A pesar de todo, arriba la Celeste!. - Por Gonzalo Solari
Nací donde miles de niños no tuvieron ni siquiera la posibilidad de comer esa ensalada de huesos que la demagogia "progresista" bautizó pomposamente como "el asado del Pepe". No sería tan rico, porque cuando pasó Bush por Uruguay- el asador- un cipayo de nombre charrúa que en ese momento era presidente, prefirió otros cortes para el agasajo. Difícil que en esos barrios sin agua potable el asado se pueda acompañar con un buen vino.
Nací donde miles de chiquilines desayunan en los tachos de basura que les han legado los mismos "chorros" de guante blanco que ahora, histéricamente, piden a gritos que bajen la edad de imputabilidad de los menores infractores.
Nací donde los pobres diablos mueren achicharrados en jaulas inhumanas como la cárcel de Rocha, mientras los genocidas se pelean por un helado en las "cárceles" VIP de los "progresistas" traidores y renegados; con frigobar y otras menudencias que ni siquiera tienen en sus propias casas los desclasados que los siguen apoyando y defendiendo con el verso de que lo otro es hacerle el juego a la derecha.
Nací donde aún se puede saludar a algún vecino con un "hola, qué tal torturador, dónde están los niños que secuestraste?"
Donde la gente es amable y hospitalaria con los finlandeses y hostil con nuestros hermanos de siempre: Los argentinos.
Donde besan con servilismo la coyunda y disparan contra la paloma. (Rosencof quería darle plomo a los piqueteros pero de "boquilla" nomás, porque en el fondo, como todo renegado es un cagón.)
Donde las playas eran hermosas hasta que llegaron las pasteras y la dioxina.
Donde reina soberana la Impunidad.
No me siento orgulloso ni me averguenzo de algo que no pude elegir: Ser uruguayo.
Prefiero no tener dios, ni patria ni patrón.
A pesar de todo, pego esto en mi muro porque el fútbol y la ética son como las paralelas o las novias delante de las suegras: No se tocan.
Cuando esto ocurre tropezamos con las adorables ovejas negras como Pepe Sasía. Pero claro, a este fútbol prostituido eso -como decía un viejo árbitro y querido amigo fraybentino, la Longa Márquez- "le queda amplio, le queda".
No me le merme, Celeste!
Gonzalo Solari
Arezzo, Italia, 24 de julio 2011
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