Buenos Aires: Homenaje al documentalista Raymundo Gleyzer, sábado 2 de junio a las 11.30.

Publicado en por Ivonne Leites. - Atea y sublevada.

EL SÁBADO 2 DE JUNIO
Lunes, 28 de Mayo de 2012
Homenaje al documentalista Raymundo Gleyzer

 

(AW) En homenaje al cineasta y periodista Raymundo Gleyzer, secuestrado el 27 de mayo de 1976 por un grupo de tareas de la dictadura militar, se colocará una baldosa con su nombre en la vereda de Luis Beláustegui 2543, La Paternal, Ciudad de Buenos Aires, donde vivió durante su infancia. El acto será el sábado 2 de junio a las 11.30.

 

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Buenos Aires,  28 de mayo de 2012.-

 

Liliana Giambelluca (Especial para Agencia Walsh)

 

En el marco de los actos por la memoria de Raymundo Gleyzer, a 36 años de su desaparición, sus familiares, la "Comisión por la Memoria y la Justicia de La Paternal y Villa Mitre", "La Paternal Cine Ambulante" y el "Grupo Rev(b)elando Imágenes", invitan al acto y colocación de una baldosa con su nombre en la vereda de la casa que habitó en su infancia, Luis Beláustegui 2543, La Paternal, Ciudad de Buenos Aires.

El acto será el sábado 2 de junio a las 11.30; si llueve, pasa al sábado siguiente, a la misma hora.

La construcción de la baldosa se realizó este mes en la Plazoleta Raymundo Gleyzer, ubicada en Donato Álvarez y Espinosa, de La Paternal. Además de los integrantes de la Comisión por la Memoria y Justicia participaron amigos y compañeros, como así también Greta y Benjamín, hermana y cuñado de Raymundo.

 

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Cine con identidad latinoamericana

La obra de Raymundo Gleyzer forma parte de la historia del cine documental de América Latina. Tenía 20 años de edad cuando abandonó sus estudios universitarios en la Facultad de Ciencias Económicas y se inscribió en la Escuela Superior de Cine de la Universidad Nacional de La Plata.

En 1963 comenzó sus primeros trabajos desde una perspectiva etnográfica y periodística; luego incursionó en un cine de carácter militante, de fuerte cuestionamiento y denuncia social.

Para Gleyzer el cine era un arma de contrainformación, un instrumento para los excluidos sociales. A los obreros, aborígenes y campesinos les dedicó su obra, mostrando las condiciones de desigualdad social en la que vivían.

En una ocasión dijo: "El problema fundamental cuando hacemos un filme, es plantearse a quién está destinado ese producto. De teorías podríamos hablar varios días, el problema es cómo llegar a un hombre concreto, a ese que se está jugando el pellejo, que se está jodiendo la vida trabajando en una fábrica y que tiene derecho a que por lo menos le aportemos un mensaje, contribuyamos a su propio esclarecimiento".

En 1973, con el objetivo de llevar al cine a los protagonistas de sus documentales, creó el grupo "Cine de la base".

 

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Fue una época donde se organizaban proyecciones para el debate: "Los Traidores" de Gleyzer, "Informes y testimonios. La tortura política en la Argentina, 1966-1972" de Diego Eijo (h) y "Operación Masacre" de Jorge Cedrón, basada en la novela de Rodolfo Walsh, entre otras películas. Los encuentros se realizaban en distintas ciudades del país.

Las películas de Gleyzer eran filmadas y estrenadas clandestinamente. La Alianza Anticomunista Argentina (AAA), creada por José López Rega en 1973, lo tenía en la mira.

A medida que la situación política empeoraba en la Argentina, la militancia del cineasta creció. Quería crear salas de cine dentro de las villas, sólo con lo necesario, un proyector y sillas en algún espacio. Nunca llegó a concretarlo.

En 1974 dijo: "Nosotros no hacemos films para morir, sino para vivir, para vivir mejor. Y si se nos va la vida en ello, vendrán otros que continuarán".

El 27 de mayo de 1976, Raymundo Gleyzer fue secuestrado por un grupo de tareas en la puerta del Sindicato Cinematográfico Argentino (SICA) y permanece desaparecido hasta hoy. De esta forma, la dictadura intentó silenciar a uno de los más talentosos y coherentes referentes del cine social latinoamericano. En su memoria, cada 27 de mayo se celebra el Día del Documentalista.

Casado con Juana Sapire, tuvieron un hijo, Diego, quien escribió el relato "Un Héroe". En un párrafo así describe a su padre: "Para él, la libertad estaba en el poder. No poder tomado, sino ganado. Nunca con la represión, sino abriendo la mente con la liberación".

Buenos Aires, 28 de mayo de 2012
Fotos cedidas por la "Comisión por la Memoria y la Justicia de La Paternal y Villa Mitre"
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DÍA DEL DOCUMENTALISTA
Lunes, 28 de Mayo de 2012 11:04
 "Pídanme que me despelleje las manos tratando de dejar mi huella junto con sus huellas, pero no me pidan que me ponga guantes".

(AW) Publicamos un artículo del compañero ducumentalista Miguel Mirra acerca del día del/la Documentalista que desde 2002 se celebra el 27 de mayo en memoria de Raymundo Gleyzer, secuestrado por un grupo de tareas, el 27 de mayo de 1976.

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Bunos Aires, 27 de mayo de 2012.-

Día del Documentalista


Por miguel Mirra


En el año 2002 propusimos el día 27 de mayo como el Día del/la Documentalista, en memoria de Raymundo Gleyzer, en un multitudinario encuentro en la casa de las Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora.

En el año 2007, agregamos a la conmemoración a Rodolfo Walsh, en un acto callejero en San Juan y Entre Ríos, donde colocamos una placa a su memoria.

En este 2012, a diez años de aquella primera iniciativa y a diez años de la masacre de Avellaneda, dedicamos nuestro día a la memoria de Darío Santillán, Maximiliano Kosteki, Claudio Lepratti y de todos los compañeros y compañeras asesinados por luchar.

Sabemos que los documentalistas somos unos pocos, entre los millones de oprimidos. Pero también que tenemos una misión que cumplir. Una misión nada prescindible.

¿Conocen las pinturas de la Cueva de las Manos? Ese, me parece, es el mejor ejemplo de cuál debe ser nuestra función. Más allá de quienes seamos cada uno, todos y cada uno tenemos que dejar las huellas entrelazadas de nuestras manos en el fondo de la caverna oscura. Entonces, esas serán las huellas de todos, no sólo las de cada uno, no sólo las de los documentalistas, sino las de todos. Pero para eso, al igual que los pintores del río Pinturas, podemos ser cada uno un par de manos que dejen sus huellas propias e irrepetibles pero, por sobre todo, tenemos que ser un conjunto de manos que dejen un tejido entrelazado de huellas que hablen por todos, no sólo por nosotros, sino por todos.

"¿Saben qué? -les decíamos a los compañeros y compañeras de los movimientos sociales con los que construimos allá por el 2002 y 2003 los legendarios Talleres Documentales de Base en los barrios del conurbano- Yo sólo puedo hablar por mí, pero junto con ustedes, puedo hablar por todos".

Así, el trabajo documental pasa a transformarse en el trabajo de todos y cada uno, atravesado por una autoría a la vez individual y colectiva. Un entretejido donde cada hebra existe por sí, pero entre todas hacen la manta que nos abriga del invierno y la bandera con que marchamos en las calles.

Se acabaron, entonces, las pretensiones de estrellato, porque la única estrella pasa a ser la intrincada huella colectiva que construimos entre todos. Se acabaron también las disputas de cartel o marquesina. Nadie buscará dejar su huella más arriba que las de los otros, sino más entrelazada. Y se acabaron los mercenarios y los funcionarios: no se puede dejar huellas con las manos enguantadas.

"Pídanme que me despelleje las manos tratando de dejar mi huella junto con sus huellas, pero no me pidan que me ponga guantes".

Miguel Mirra, documentalista
Movimiento de Documentalistas
Buenos Aires, 27 de mayo de 2012

Agencia Rodolfo Walsh

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