Chile: Educación gratuita y de calidad: Que la pague el Cobre

Publicado en por Ivonne Leites. - Atea y sublevada.

Editorial El Ciudadano Nº105, primera quincena julio 2011

El Gobierno de turno -al igual que sus antecesores- junto al poder financiero, sufren una crisis de legitimidad producto de su cínico discurso. Algunos han lucrado excesivamente empobreciendo al pueblo, nos endeudan para obtener incluso bienes básicos como la misma alimentación, hemos sido alejados de la Tierra y llevados a pagar por casi todo.

Hoy son cientos de miles los ciudadanos que se movilizan, las cifras son recortadas por la prensa que quiere mantener el modelo, pero son muchos más los que quieren cambios profundos.

Se pide educación pública gratuita hasta su etapa superior para los hijos de Chile, con financiamiento de La Viga Maestra, el Cobre. Un planteamiento claro y directo, al que Sebastián Piñera, quien se dice Presidente de todos los chilenos, no ha respondido.

A él, también, por miles, le hemos salido a enrostrar que no queremos más generación eléctrica destructora del medioambiente y contaminante, pero hace oídos sordos; manda a Hinzpeter a hablar sandeces y justificar la represión policial en las calles, o si no, a su vocera “estrella” Von Baer –involucrada en un negocio genético que pretende privatizar y controlar la semilla- a poner paños fríos.

Por el Norte, se pide que las termoeléctricas se vayan apagando poco a poco y se ocupen tecnologías más limpias para la generación de electricidad. Se lee en carteles que el Agua vale más que el Oro y claramente es así. Hemos recomendado, en un anterior editorial, que no se toquen más montañas de Los Andes que buscan descabezar masivamente, pues si lo que se quiere es Oro para luego imprimir, que se acabe con la usura y la especulación y que las “bóvedas” sean las montañas prístinas, cuyas onzas contenidas pueden aproximar para que el Estado entregue lo necesario a los pueblos sin interés a cambio más que su devolución para el erario público, sin causar perjuicio al ciudadano común y corriente.

Chile y el Mundo lo tienen todo para compartir, pero aún hay naciones en manos mezquinas con sus habitantes. Peor aún, en manos de corporaciones empresariales que financian partidos, campañas de parlamentarios y hasta de presidentes; estando corrompida gran parte de la clase política que privilegia intereses privados en desmedro del colectivo.

Se requieren nuevos actores, un nuevo espíritu, algo más allá de la Concertación y la Alianza que al unísono se han urdido para embaucarnos. Ya no reaccionaron, tienen miedo del mandato supremo que puedan determinar los pueblos y esta vez el camino no lo teje un partido, la confianza está en el movimiento donde confluyen diversos actores, como también en el uso del plebiscito desde lo comunal.

En ese enjambre también hay gente partidista, muchas son orgánicas nuevas, también hay colectivos sin cabezas, ecologistas, anarcos, y ciudadanos variopintos que sí tienen algo en común con el pasar del tiempo: Una agenda política que contiene la idea de conquistar el poder para destruirlo y llamar a una Asamblea Constituyente, que devuelva a las soberanas multitudes la decisión del país que queremos.

Ahora, en lo inmediato, lo que se busca es la salida del director de la cartera de Educación. Joaquín Lavín ya no es un interlocutor válido para los estudiantes, sus negocios ligados a la educación privada y su disfrazado lucro lo han deslegitimado. Lavín debe renunciar si no quiere seguir haciendo más hoyo a la baja credibilidad con que cuenta el Gobierno. No lo decimos sólo nosotros, lo piden los principales afectados, los y las estudiantes, y tienen buenos argumentos para exigirlo. Por mucho menos han renunciado varios ministros de Educación.

Las salidas propuestas por Lavín claramente son parches que no distan mucho del modelo de Educación de mercado, profundizado por los gobiernos anteriores y que quieren mantener vigente, endeudando a los hijos de Chile.

El Fondo Solidario del Estado no alcanza para todos y este es igualmente usurero cobrando un 2% anual a los jóvenes en Unidades Tributarias Mensuales (UTM). Luego le sigue el Crédito con Aval del Estado o los llamados Créditos Corfo con intereses que pueden llegar al 5,6 % y se presta en una Unidad de Fomento (UF) disparada. Después vienen otros financiamientos aún más crueles que pueden llegar a cobrar hasta un 7 %. Siendo los créditos para estudiar en Chile incluso más caros que los hipotecarios donde, si te va mal, el Banco se apodera de tu casa y la remata.

Los aranceles de las carreras son también prácticamente los más altos del mundo y al egresar los jóvenes pueden quedar endeudados hasta en más de 20 millones de pesos, una gran mochila comenzando recién su vida laboral, muchos con cartones entregados por casas de estudios que más parecen fábricas de salchichas.

Insistimos, queremos que exista educación pública universitaria gratuita, también básica y media de calidad sin penurias, que lo pague el Cobre pues cotiza a precios históricos y las utilidades que se perciben de él -hoy casi todas en manos transnacionales- han aumentado 40 veces respecto de cuando la clase gobernante estudió y gratis.

Según el economista Marcel Claude, se escudan diciendo “que ahora son muchos más los que quieren ir a la universidad que hace 30 años, no obstante la población en edad en entrar a cursar estudios superiores sólo se ha duplicado”.

Está claro, no es falta de fondos, es falta de voluntad. ¡Que se vayan todos! dijo el economista rompiendo el cerco informativo, gracias a una leve apertura de la TV en estas últimas semanas que, aún recortando cifras, no ha podido disimular el multitudinario descontento popular.

Finalmente, en esta edición, queremos hacer un llamado a los padres para que acompañen con todas las fuerzas a sus hijos en sus legítimas demandas que no sólo beneficiarán a ellos y sus compañeros, sino a las generaciones venideras.

Estamos claros, si Piñera no envía el mensaje de dar educación universitaria gratuita a los hijos de Chile, será entonces que tomarán más sentido nuestras convicciones de que este es un sistema perverso y hay que cambiarlo por completo.

Por Equipo Editor

El Ciudadano Nº105, primera quincena julio 2011

 

Los llamados “ultras” de la Confech: “La radicalidad consiste en generar alianzas que apunten a derribar este modelo”

Señalados por el Gobierno y los principales medios de comunicación como los principales culpables del fin del diálogo entre los estudiantes y el Ejecutivo, Guillermo Petersen –Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción-, José Ancalao –Federación de Estudiantes Mapuche-, Gastón Urrutia –Federación de Estudiantes de la Universidad del Bío Bío- y Felipe Valdebenito –Federación de Estudiantes de la Universidad de la Frontera- son alguno de los ya reconocidos miembros de la llamada “ultra” de la Confech. Hoy, hablan con El Ciudadano de los errores, expectativas y el futuro del movimiento estudiantil que ha remecido a Chile.

Ya parecen agotados de explicar una y otra vez las razones tras la clasificación de “ultras” que se les ha impuesto. Al mando de sus respectivas federaciones del sur del país, entregan un discurso firme, crítico de los partidos y del propio movimiento que les ha tocado liderar.

Hasta ahora, se han planteado como una alternativa a la izquierda partidista, ganando cada día a más estudiantes cansados del historial y modus operandi de los partidos políticos chilenos. Si bien aún no configuran una opción política fuera de las salas de clases, trabajan en revivir el tejido social muerto al alero de los pactos y la negociación cupular tras el fin de la dictadura.

-Hace un tiempo aparecieron caracterizados uno a uno en un reportaje de La Tercera. Ahí se hablaba de sus autores favoritos, de la música que escuchan y hasta del sueldo y ocupación de sus padres. ¿Alguna vez se les consultó aquellos datos?

-Guillermo Petersen (GP), Felipe Valdebenito (FV), Gastón Urrutia (GU): No.

-GP: Nada. A excepción de mis gustos musicales, toda la información que sale de mí es falsa. De hecho, pusieron que mi padre era faenador, cuando es faenero. No deben ni tener idea de lo que es ser faenero.

-GU: Todos dentro de la Confech saben que no tenemos nada que ver con esa caricatura que ellos muestran. Es burdo. Nos quieren clasificar como un sector que apela a lo meramente reivindicativo, sugiriendo que nosotros tenemos necesidades y más allá de lo que proyectemos, queremos conseguir cosas.

-A ustedes se les atribuyó específicamente la responsabilidad tras el quiebre de la mesa de diálogo con el Gobierno. ¿Tuvieron influencia decisiva en retirarse de la mesa compartida con Bulnes?

-GP: Todos los sectores tenemos algo de responsabilidad en este quiebre. Nosotros exigimos garantías para ponernos a dialogar y nos sentamos a la mesa sin que esas garantías fueran dadas. El Gobierno se dio cuenta ‘al tiro’ que nosotros comenzamos con los pantalones abajo, entonces asumió el control y la conducción del espacio de diálogo.

-GU: Mediáticamente estábamos recibiendo presiones por todos lados. Quisimos demostrar que teníamos voluntad de diálogo. El Gobierno buscó este quiebre, demostrando una postura tosca, tratando de mal argumentar sus propuestas. Nosotros tuvimos que ceder porque la mesa era insostenible.

-FV: También creo que el error parte porque fuimos incapaces de ponernos firmes con esas garantías. Todos sabíamos eso que no estaban sobre la mesa y, a pesar de todo, nos sentamos a dialogar.

-En vista de lo ocurrido ¿Existe alguna posibilidad de volverse a sentar en una mesa de diálogo con Bulnes?

-GP: En mi universidad hemos comentado que en ningún caso volveríamos a una mesa de diálogo con el Ejecutivo. Primero, no hay cómo validar que ésta sea fructífera. Segundo, ya sabemos claramente que el Gobierno no tiene voluntad de avanzar en la solución del conflicto. El Gobierno tiene a todos asustados con el tema de las becas, divididos internamente, sabe que llamamos a estos paros productivos y no pudimos hacerlo por toda la desfragmentación del poder popular; entonces ¿Por qué deberían plantear de nuevo ir a una mesa?

-FV: Yo me pregunto ¿Con qué argumentos vamos a validar una nueva mesa de diálogo ante las bases? No tenemos razones, ni las garantías, ni la voluntad para sentarnos con ellos.

-¿Qué opinan de la opción de negociar con los parlamentarios en el Congreso Nacional?

-GP: Los partidos políticos tradicionales buscan en todo momento la salida al conflicto a través de la institucionalidad. Hoy en el Parlamento la izquierda no tradicional no tiene ningún pito que tocar. Entran a jugar otros actores, en los que no estamos incluidos ni las dirigencias, ni las bases del movimiento estudiantil.

-GU: Hoy no está la confianza para poner en manos del parlamento nuestro conflicto. Todos tenemos miedo a que pase lo del 2006, cuando se diluye el movimiento en una mesa de diálogo.

-FV: Los sectores del Partido Comunista y la Concertación plantearon desde el comienzo que debía ser en el parlamento donde resolviéramos nuestro conflicto, pero nosotros queremos evadir esa posibilidad. Por eso hemos insistido tantas veces con el Ejecutivo.

-Hoy son muchos quienes comienzan a desesperarse ante la falta de logros concretos respecto a las demandas del movimiento. ¿Hay alguna propuesta concreta para solucionar este conflicto en el corto plazo?

-GP: La salida al conflicto depende de que se muestre voluntad en el cambio de la forma de entender la educación. Creemos que el conflicto debe acabar, pero el movimiento debe seguir. Nosotros aún no hemos sido capaces de proyectar las demandas, ni de explicar qué conllevan. Le dijimos al pueblo que la demanda es educación gratuita, pero en un sistema capitalista. Además, la gratuidad a secas es totalmente funcional al modelo. Sin embargo, hasta ahora no se puede desconocer el avance cualitativo: Cómo creció la organización, cómo se fortalecieron las discusiones. El Gobierno, por su parte, aún debe recuperar la confianza del empresariado nacional e internacional. Por ahora es incapaz de decirles “yo soy tu carta para seguir gobernando el país”.

-GU: Hoy, para el Gobierno, darle un triunfo al movimiento estudiantil es darle un triunfo al pueblo en su conjunto y permitir que el día de mañana se movilicen otros sectores de la sociedad, por la salud o la vivienda, por ejemplo. Eso es una de las cosas que les complica tanto.

LA PRESIÓN Y LA VIOLENCIA CALLEJERA

-¿Qué opinan de quienes señalan que para que la presión aumente es necesario una radicalización de la protesta callejera?

-GP: Creo que el descontento en las calles es una presión mediática que responde netamente al descontento. La otra vez mostraban en la tele a un niño de 14 años al que pillaron haciendo una molo (bomba molotov) en la calle, vieron que el niño estaba preso y la mamá lo había abandonado: Entonces, el periodista preguntaba: ¿Qué esperamos de este niño? Y yo respondo, yo espero algo muy claro de ese niño y es precisamente que salga a hacer eso. Lo comprendo, aunque puedo o no compartirlo. Se entiende, pero creo que no es la verdadera radicalidad. Eso será cuando nosotros seamos capaces de hacer convocatorias sociales y sindicales y estos paralicen por nosotros.

-FV: Para el Gobierno, la radicalidad consiste sólo en barricadas y molotovs. Para nosotros, en generar verdaderas alianzas que apunten a derribar verdaderamente este modelo.

-GP: La idea es que realmente este sea un movimiento social. Todos nos hemos llenado la boca con que este es un movimiento amplio y yo diría que eso es una mentira con la que nosotros hemos engañado un poco al pueblo. Movimiento social no significa que mi mamá salga a la calle, sino empoderamiento de los distintos sectores.

-Algunos dirigentes han señalado que el movimiento es de naturaleza pacífica y que los encapuchados no pertenecen a este movimiento. ¿Creen que es válido afirmarlo?

-GU: A nosotros nos ponen en tela de juicio al preguntarnos si los avalamos y más allá de condenarlos, queremos entender por qué pasa. El que llevemos cinco meses movilizados y que no se haya avanzado en las demandas genera mucha frustración y nosotros lo entendemos.

-GP: Hay gente que impone la violencia y otra que reacciona. El pueblo nunca ha empezado la violencia. Violencia para mí es quien te quita todos tus servicios básicos, el que controla las AFP’s y negocia con la salud, te quita la educación y la vivienda. Yo jamás voy a criminalizar a un encapuchado. Si hemos sido capaces de dar soluciones políticas tan grandilocuentes, cuestionando el modelo y criticando la democracia, también deberíamos ser capaces de dar una explicación un poco más acabada en torno a la violencia y no salir con estos espasmos de criminalización que no entienden la realidad en la que vivimos. Ahora, hay que entender que ¿Cómo no va a ser catalogado como violencia el que yo tenga un almacén en mi casa y pague lo mismo que un ‘hueón’ que maneja Collahuasi o Minera La Escondida? Que llamen violento al que tire la piedra es burdo.

-FV: Nosotros no podríamos decir que ellos no pertenecen a nuestro movimiento. Muchos de ellos son también estudiantes.

LAS DEMANDAS OLVIDADAS: RENACIONALIZACIÓN DEL COBRE, ACCESO A LA EDUCACIÓN Y EDUCACIÓN INTERCULTURAL

-Uno de los debates más interesantes de este movimiento surgió al proponer la renacionalización del cobre ¿Por qué esta demanda desaparece para estos días?

-FV: No creo que haya desaparecido. En ese momento buscamos instalar esa demanda. El hecho de que en este movimiento algunos sectores productivos estén haciendo huelgas políticas, ya no sólo reivindicativas, es un avance muy grande que se construyó a través de ese discurso.

-GP: Yo creo que la demanda la bajaron. Recuerdo perfectamente una entrevista al presidente de un partido en La Tercera diciendo que se comunicaron con él para decirle que esa no era una demanda de la educación y que la sacaran. Segundo, poner una demanda como la renacionalización del cobre busca proyección política. Es una demanda compleja y ¿quién la baja? Claramente los sectores empresariales estadounidenses. Que un grupito de estudiantes de 18 a 25 años amenazara con quitarles sus riquezas, en un país estratégico en el cono sur de mantenimiento del sistema capitalista, era inaceptable. Hubo fuerzas políticas tanto de la derecha como de ‘izquierda’ que se organizaron para bajar esta demanda.

-¿Y qué pasó con la discusión sobre el acceso a la Educación? Hay quienes piensan que la gratuidad, sin reformas importantes en el acceso, sólo va a mantener la segregación universitaria, más si consideramos que los estudiantes de más bajos recursos no están hoy en las universidades públicas.

-FV: El acceso es la herramienta que toca directamente el modelo educacional, por ahora, a través de ella, se sigue sustentando el sistema.

-GP: Hemos sido incapaces de proyectar cuál es el objetivo real. Además que el acceso lo vemos como la PSU o propedéuticos que en realidad sigue potenciando lo mismo, es decir, optamos por cómo me cago a mi compañero en el liceo en vez de ante una prueba.

-GU: El Gobierno dice que ellos no van a permitir que los más pobres financien a los más ricos cuando siempre ha sido así. En términos objetivos esos estudiantes más ricos son el 5% de los estudiantes que hoy están en la universidad. Sin embargo, claramente los mecanismos de acceso han contribuido a generar un sistema totalmente segregado.

-José, desde tu ingreso a la Confech has participado activamente de las conversaciones con el Ejecutivo. ¿Esto ha ayudado a posicionar la demanda de los estudiantes mapuche?

-José Ancalao (JA): Vemos que hemos avanzado bastante, nuestra entrada a la Confech ya es un reconocimiento a la diversidad de pueblos en nuestro país. Nosotros queríamos explicar y argumentar cómo se puede, por ejemplo, construir un currículum de educación intercultural en las universidades. Hay una realidad nacional que ha estado siendo negada por más de 100 años en este país. Los pueblos indígenas parecen bonitos mientras están ahí para mirarlos. Con el ritmo de esta educación, los mapuche, en 30 años vamos a desaparecer. Va a desaparecer nuestro idioma y cultura en la educación. Aunque el Ministro responda de forma tan ordinaria al tema de la educación intercultural, hay un avance porque ya se está reconociendo dentro del Ministerio, que hoy no tiene siquiera una división para pueblos originarios.

PROYECCIÓN DEL MOVIMIENTO Y VUELTA A CLASES

-Algunas universidades han comenzado a bajar sus tomas y paralizaciones ante la presión de los rectores y el mismo estudiantado por comenzar el segundo semestre. ¿Esta es una amenaza para el movimiento?

-GU: Nosotros asumíamos que la toma pretendía darnos los tiempos necesarios para organizarnos y coordinarnos, generando masividad. Ahora, se está repensando la forma de movilización, porque se está perdiendo esa masividad y hay un desgaste.

-FV: Hay varios factores de por qué necesitamos repensar nuevas formas de movilización. Tenemos un Gobierno al que no le importan las marchas, al que no le importó que mataran a un estudiante, que perdiéramos las becas y menos matar las universidades del Estado. En cinco meses, al Gobierno no le importó nada, entonces hay que replegarse para repensar cómo volver a levantarse.

-GP: No estábamos acostumbrados a un proceso de movilización que durara más de un mes y medio. Menos los partidos tradicionales que levantan paros para agarrar un poquito, luego se bajan y alzan la bandera del triunfo y celebran la institucionalidad. Yo creo que desgaste no hay, hay cansancio después de cinco meses en toma. Te das cuenta que en las manos no tienes nada, pero porque estás peleando con la derecha política y económica. Al pasar tanto tiempo las tomas y los paros se vuelven un fin: Mantengo la toma para no demostrar que perdí. Hoy día tenemos que demostrarle a la gente que hemos avanzado en la constitución de organización y discusión política, más allá del activismo porque sí.

-Ante la importancia que ha tomado la figura de Camila Vallejo y Giorgio Jackson en el movimiento estudiantil: ¿Consideran que su eventual recambio pueda dañar la estabilidad del movimiento?

-FV: Como dijo un ex presidente de la Fech (Federación de Estudiantes de Chile) de los 70’, todo movimiento siempre tiene que ir generando recambio. Ahora, sabemos que es peligroso que ese recambio caiga en manos de sectores que no están sintonizados con este movimiento, como podría ser el gremialismo, en el caso de la Universidad Católica –durante la entrevista aún se realizan las elecciones-, porque ellos podrían infiltrarse en nuestras discusiones de la Confech.

-GP: Yo creo que va a perjudicar mediáticamente un mes o dos, pero a las bases nos va a fortalecer saber que somos capaces de mantener el movimiento, demostrarle a la gente que el movimiento no eran ni esos dos o los 36 que estamos en la Confech. Ahora, hay que tener claro que la Fech siempre va a tener la vocería protagónica en estos movimientos, el problema no es quién sube, sino que nosotros somos incapaces de posicionar alguien más ahí.

-Ustedes se han planteado como una alternativa a la izquierda tradicional, pero estas opciones políticas no suelen salir del mundo universitario. ¿Qué pasa cuando los ciudadanos necesitan buscar una alternativa política real fuera de la sala de clases?

-GP: Hay que recordar que vivimos una dictadura que descompuso al poder popular y luego una democracia liderada por una Concertación que pactó con el Gobierno Militar. Nos tocó el período más ingrato: reconstituir un tejido social organizado. No hay que dejarse llevar al pensar que la revolución parte por estos procesos universitarios, yo creo que hay que trabajar por la construcción de una alternativa. Ningún colectivo hoy es la salida del pueblo, sino que somos una arista más. Nuestro trabajo hoy es la constitución de organización social, poblacional y estudiantil.

-¿Como un partido político, por ejemplo?

-GU: Más que como partido, a nosotros nos interesa entrar directamente en pugna con la institucionalidad.

-GP: Por ahora, hemos sentado las bases de algo que esperamos poder proyectar algún día como un referente importante.

Por Vanessa Vargas Rojas

El Ciudadano

Estudiantes de Aces se instalan en el Mapocho: Carabineros los desalojó con violencia

 

FOTO: Rodrigo Pino_Tomada de Sitio Web de Radio Bío Bío

Un grupo de estudiantes de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) se había instalado en horas de la madrugada en la rivera del río Mapocho con carpas y lienzos alusivos a la lucha por la educación que ya cumple seis meses.

Antes de las 7 de la mañana había un gran contingente policial, que llegaron arrancando violentamente los carteles que los y las estudiantes habían colgado de las barreras de metal con cuerdas. La manifestación se presentó desde el principio como pacífica y que no interrumpía ni el tránsito, ni alteraba el orden público, ni dañaba mobiliario público.

Los y las estudiantes lograron que un grupo creciente de personas les apoyara desde las rejas desde donde se observa el Mapocho, arriba, mientras se manifestaban abajo, a borde del río, y anunciaron que si Carabineros intervenía se lanzarían al caudal de las aguas.

Los uniformados intervinieron primero a empujones en contra de la prensa que se apostó en las cercanías, no dejándoles desarrollar su trabajo; luego deteniendo a las personas que se manifestaban con consignas en apoyo a la lucha estudiantil, para finalmente bajar hasta donde se encontraban los y las manifestantes, quienes entraron al agua, tomándose de los brazos, pero finalmente fueron desalojados/as y les llevaron detenidos/as.

“Si hay un accionar que puede indignar a la gente de nuestro país, es el accionar de Carabineros, que agrede incluso a mujeres del pelo. Es indignante cómo la derecha chilena agrede de esta manera a jóvenes que pueden ser sus propios hijos. La ultra derecha está gobernando este país y esta es una muestra de ello”, declaró con vehemencia Alfredo Vielma, vocero de la Aces.

Un oficial, al ser interpelado por un periodista de cuál era su plan de acción frente a la manifestación, luego de que la prensa fuera repelida, el policía se limitó a hacer un gesto y se retiró del lugar.

Por César Baeza Hidalgo

El Ciudadano

@Cesar_inBH

NOTICIA EN DESARROLLO

FOTO: Tomada de Radio Bío Bío

COMUNICADO DE PRENSA DE LA ACES

Hoy 28 de octubre de 2011, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, Aces, se toma el río Mapocho (a la altura del puente Pío Nono), como muestra de que la lucha por recuperar el derecho a la educación no ha cesado.

Los estudiantes secundarios una vez más alzamos la voz y nos hacemos presentes en desacuerdo con las discusiones que la clase política está dando en estos momentos, ya que, no sólo no abordan los cambios estructurales que requiere la educación y que nosotros demandamos, sino además, se reducen a temas presupuestarios que mañosamente resultan ser medidas de parche de un sistema educacional que está en crisis.

Rechazamos también la maniobra política del Gobierno, que intenta desviar la discusión de fondo en educación por medio de la criminalización y condena de la protesta social. Recurso diseñado desde el Ministerio del Interior y expresado a través de las constantes amenazas de aplicar las leyes represivas heredas de la dictadura.

Después de seis meses de movilización hemos decidido acampar indefinidamente a las orillas del río Mapocho y así probar que los estudiantes no descansaremos hasta recuperar el derecho que se nos ha sido arrebatado.

A pesar de todo este tiempo de constantes movilizaciones no estamos cansados. Ya perdimos el año y estamos dispuestos a dar lo que sea necesario, para que las futuras generaciones de Chile no sufran lo que nosotros como sociedad padecimos hace tantos años y que nadie se ha hecho cargo.

Hacemos un llamado a toda la sociedad chilena a que tomen en sus manos la lucha por la educación, que nos apoyen, que se tomen los espacios públicos, que todos los indignados y los excluidos volvamos a tomar el protagonismo.

Porque la educación es un derecho que recuperaremos luchando en las calles.

Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, Aces.

 

El Ciudadano

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