El ejército español sufre las consecuencias de una aventura militar por su solidaridad con la política de OBAMA en Afganistán.
La peor ofensiva talibán reabre el debate sobre el regreso de las tropas
Una bomba de al menos 20 kilos de explosivo mata a una soldado y un sargento
“Esta es la fase de mayor riesgo”, asegura Chacón tras el cuarto ataque en ocho días
El País Madrid 26 JUN 2011 -
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Dos militares perdieron ayer la vida y otros tres resultaron heridos al estallar un potente artefacto explosivo improvisado (IED) al paso de un blindado Lince del Ejército español. El atentado se produjo a las 09.45 (hora española), a unos 20 kilómetros al norte de Qala-i-Naw, capital de la provincia de Badghis, bajo responsabilidad española. La muerte de los soldados, solo ocho días después de que otra bomba hiriese a cuatro militares —dos de ellos quedaron mutilados— y a un intérprete españoles, reabrió ayer el debate sobre el regreso de las tropas del país asiático.
La patrulla atacada ayer regresaba a la base Ruy González de Clavijo, en Qala-i-Naw, tras realizar una misión de reconocimiento por la ruta Lithium, que une el norte con el sur de la provincia de Badghis. El convoy —integrado por tres vehículos Lince y cuatro RG-31— se desvió para inspeccionar las aldeas de Aceska y Kalan-Khana, próximas a la ruta.
El Lince alcanzado por la explosión era el que abría la columna y presumiblemente pisó una mina de presión oculta a un lado del camino. Si el artefacto empleado el sábado de la semana pasada contenía “al menos 20 kilos de explosivo” y era “el más potente utilizado contra las tropas españolas hasta la fecha”, en palabras de la ministra de Defensa, Carme Chacón, el de ayer podía llevar una carga incluso superior, según la ministra. Al contrario que entonces, la explosión no se produjo justo debajo el vehículo, sino en su lado derecho. Pese a ello, la caja blindada del Lince, diseñada para resistir la onda expansiva de una mina, no fue suficiente para proteger a sus cinco ocupantes.
El sargento Manuel Argudín Perrino, de 34 años, y la soldado Niyireth Pineda Marín, de 31, fallecieron en el acto. El sargento viajaba en el asiento del copiloto y la soldado iba inmediatamente detrás. Este es el primer atentado mortal que se produce en un vehículo Lince, blindados diseñados especialmente para mitigar el efecto de estos artefactos explosivos improvisados y que el Ministerio de Defensa envió a Afganistán y Líbano, junto a los RG-31, para sustituir a los viejos BMR. Las tropas han sufrido en estos nuevos vehículos siete ataques y en ninguno había habido que lamentar víctimas mortales hasta ahora.
En el ataque resultaron heridos los soldados Jhony Aliario Herrera Trejos y Rubén Velázquez Herrera y el cabo Roi Villa Souto. Su vida no corre peligro.
Los fallecidos iban en el lado derecho del vehículo, donde estalló la bomba
La ministra de Defensa, Carme Chacón, viajó anoche a Afganistán acompañada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Julio Rodríguez, para interesarse por el estado de los tres heridos y la repatriación de los dos fallecidos. Ayer anunció en rueda de prensa su intención de comparecer lo antes posible en el Congreso para informar del ataque.
“Los atentados y la violencia registrados esta semana nos recuerdan que no por estar en la etapa final de la misión esta va a ser menos dura ni menos arriesgada. Esta es la etapa de mayor riesgo”, aseguró ayer Chacón. Las tropas españolas se encontraban en “alerta máxima” desde mayo, coincidiendo con la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, a manos de fuerzas especiales de Estados Unidos.
El atentado se produjo al sur del puesto avanzado de Ludina, en un tramo de la ruta Lithium que en teoría ya está libre de la presencia talibán. La insurgencia, sin embargo, no se resigna a que las fuerzas leales al Gobierno de Karzai, con el apoyo del contingente español, vayan extendiendo su autoridad por la provincia y han redoblado su ofensiva. En algunas zonas, como sucedió ayer y el pasado día 18, utiliza explosivos cada vez más potentes para atacar a las tropas de la OTAN sin exponerse. En otras, las hostigan con partidas fuertemente armadas. Así pasó el pasado día 21, cuando se sucedieron dos ataques con armas ligeras contra una patrulla española y el destacamento de Darrah-e-Bum, en la Ring Road (la carretera que circunvala Afganistán), con el resultado de dos insurgentes muertos.
Asegurar la circulación por la Ring Road y la Ruta Lithium —donde están a punto de iniciarse las obras de asfaltado de la carretera— resulta esencial para que puedan cumplirse los planes de retirada anunciados el pasado viernes en Bruselas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En torno al 10% de los 1.550 efectivos del contingente español debería volver a casa en el primer semestre de 2012, hasta el 40% en el primer semestre del año siguiente, y la “retirada completa” debería producirse en 2014. Chacón recordó ayer que todos los aliados están cumpliendo sus planes de retirada y que el anuncio de Zapatero “continúa en vigor”.
El funeral por las víctimas se celebrará previsiblemente mañana en Canarias, donde tenían su base los fallecidos.
Llamazares: “Que se vuelvan ya las tropas”
Todos los partidos políticos transmitieron ayer el pésame a las familias de los dos soldados fallecidos en Afganistán. IU y BNG insistieron, además, en la necesidad del regreso “inmediato” de las tropas desplegadas en el país.
El PSOE tachó de “despreciable” el ataque, que atribuyó a un intento de los talibanes por “minar los avances en libertad logrados por el pueblo afgano”. El portavoz socialista de Defensa en el Congreso, Jesús Cuadrado, aseguró que “el sacrificio es enorme, pero la presencia militar española ha contribuido a lograr avances evidentes en la seguridad de un país que era un Estado fallido. En 2004 había 15.000 policías y militares afganos, y hoy son casi 300.000”.
El líder del PP, Mariano Rajoy, envió su “más sentido pésame” a la ministra de Defensa, Carme Chacón, a través de un telegrama, en el que le pedía el “debido reconocimiento” a los dos fallecidos por “su impagable labor al servicio de España”. El PP emitió también un comunicado en el que recordaba que las tropas españolas están cumpliendo “una misión especialmente importante y peligrosa”, proteger las obras de construcción de la llamada Ring Road, la carretera más importante de Afganistán.
El diputado de IU, Gaspar Llamazares, volvió a pedir la retirada inmediata. “No se sabe cuál es el objetivo. Quedó el tópico de la lucha antiterrorista, pero resulta que EE UU ha capturado a Bin Laden en Pakistán, no en Afganistán. Es un despropósito, una sangría interminable e insoportable. Que se vuelvan ya los soldados. Cuando se haga revisión de lo que hemos sacrificado en esta locura, el análisis no será muy distinto al de Irak. Ambos son ejemplos del imperialismo sucio que solo genera rencor”.
Enviado por Leda Mendez.