Llamado a la Solidaridad internacional por el compañero uruguayo José Morales, activista pro - Saharaui detenido en Lanzarote
Por medio de la presente quiero mostrar mi total e incondicional apoyo al Sr. José Morales de nacionalidad Uruguaya y residente en la isla de Lanzarote. Es claro que está protagonizando un episodio de persecución política, por el simple hecho de defender sus ideales en diferentes movimientos sociales. El Sr. José Morales es un defensor de los Derechos Humanos, una persona que utiliza medios pacíficos para dar difusión a sus ideas e intereses. Condenamos la lamentable actuación de la policía local de Lanzarote e instamos a la Brigada de Extranjería para que acate las leyes y retire la acusación de desorden público, ya que existen decenas de personas que fueron testigos del mal comportamiento de las fuerzas policiales de Lanzarote el pasado viernes 22 de julio del 2011. Esta escena nos muestra la represión que viven los activistas defensores de Derechos Humanos de cualquier nacionalidad por parte del estado español.
A 26 de julio, 2011.
Antonio Velázquez, mexicano defensor de Derechos Humanos.
Los hechos:
José Morales está defendiendo en los últimos meses el caso de Said Dambar, el joven saharaui asesinado por la policía marroquí en El Aaiun, y que permanece desde diciembre en la morgue de la ciudad sin ser enterrado.
José Morales teme ser expulsado del país: “Soy totalmente inocente. Me considero víctima de una represión política”
Fue detenido tras el acto pro saharaui y ha sido citado por Extranjería
José Morales teme ser expulsado del país: “Soy totalmente inocente. Me considero víctima de una represión política”
LA VOZ DE LANZAROTE 24 de julio de 2011 –
José Morales, el activista detenido el pasado sábado tras los altercados con un policía nacional después de una manifestación pro saharaui, asegura que el agente “jamás se identificó” y afirma que tanto el incidente como su detención fueron “desproporcionados”. Este mismo martes, el uruguayo residente en Lanzarote deberá declarar ante la Brigada de Extranjería, que podría ordenar su expulsión del país. “Soy totalmente inocente”, manifiesta Morales, que ha dado su versión de los hechos en una entrevista concedida a La Voz.
POR RUTH GABILONDO • 25 de julio de 2011
¿Qué ocurrió exactamente en la manifestación pro saharaui?
El viernes por la tarde hubo un acto en la calle Real de Arrecife, para darles la bienvenida a los niños saharauis que vienen a pasar las vacaciones a Lanzarote. Obviamente el evento sirvió para reclamar la autodeterminación del pueblo saharaui y para conmemorar que se cumplía el séptimo mes del asesinato de Said Dambar, cuyo cuerpo aún, a día de hoy, permanece en la morgue de El Aaiún.
¿Y cómo se produjo el altercado con el miembro de la Policía Nacional?
Estábamos desarrollando el acto con normalidad y con total orden, como siempre hemos hecho. De repente observo una persona, que también había visto en otras manifestaciones y que nunca se había identificado como policía, sacando fotos a los niños y a los participantes en el acto. Yo saqué mi cámara para sacarle a él una foto. Cuando fui a sacar mi cámara, esta persona, sin saber en ningún momento que era policía, se metió dentro de una cafetería. Yo me desplacé hacia él y esperé a que saliera del bar. Cuando salió vino a su encuentro otra señora, que también era policía. Entonces decidí hacer fotografías hacia la manifestación.
¿Qué pasó entonces?
El policía, sin yo saber que era policía, vino hacia mí y sin enseñarme ningún tipo de identificación me pegó un manotazo en la cámara y me la arrebató. Empezó a decirme por qué le estaba fotografiando. Le dije que por qué nos estaba fotografiando a nosotros. Vino un amigo a ver qué pasaba y ya reaccionaron todas las personas que participaron en la manifestación, porque pensaban que se trataba de un asalto.
¿Fue en ese momento cuando el policía esgrimió el arma?
Sí. Reaccionaron los manifestantes, la gente que estaba sentada en la terraza de la cafetería, así como los miembros de Democracia Real Ya y del Espacio Sáhara. Yo seguí forcejeando con el policía para que me devolviera mi cámara hasta que logré retener la cámara. En ese momento ya un grupo importante de gente nos estaba rodeando y comenzó a increpar al policía por el comportamiento que había tenido hacia mí. En un momento determinado, este hombre extrajo una pistola de la cintura y empezó a apuntar y a señalar a las personas que había ahí diciendo que era policía y que teníamos que alejarnos.
¿Hubo algún forcejeo con el policía?
En el momento que él exhibe la pistola, varias personas que estaban allí intentaron reducirlo, lo tomaron por la muñeca para evitar que disparara el arma. Al poco llegó un policía local, logró controlar la situación y el agente, así como su compañera, le dijeron que bajara el arma. Entraron en el bar y segundos después vino un equipo de apoyo de la Policía Local e identificó a los nacionales. Los agentes salieron del lugar escoltados por la Policía Local. En ningún momento se mostró ningún tipo de placa, ni una acreditación que demostrara que ese hombre era policía.
Después, fue usted quien denunció estos hechos en los Juzgados de Arrecife
Sí. El sábado quedamos a las 9.00 horas para ir al Juzgado de Guardia. Hice la denuncia, en la que expliqué las cosas tal y como fueron. Luego me fui a casa y por la tarde del sábado participé en una concentración de Democracia Real Ya en El Reducto. Cuando terminó me vine hacia mi casa.
¿Fue en ese momento cuando le detuvieron?
Sí. Cuando estaba a punto de llegar, una persona se acercó a mí, se identificó como policía y me dijo que estaba detenido por la imputación de dos delitos, que son atentado contra la autoridad y desorden público. Me trasladaron a comisaría, me metieron en el calabozo. A las 21.00 horas llegó la abogada de oficio, le conté lo sucedido. Pasé toda la noche en los calabozos y sobre las 11.00 horas me derivaron a los Juzgados. Allí tuve que declarar y salí en libertad sin fianza, bajo la orden de ir a firmar los días 1 y 15 de cada mes.
Además, ha recibido una notificación de la Brigada de Extranjería.
Efectivamente. La he recibido este mismo lunes al mediodía. En esa notificación pone que debo comparecer en la Brigada Local de Extranjería este martes a las 11.00 horas por la sanción que me impondrán por los altercados del viernes. Entonces puede ocurrir que me retiren el permiso de residencia canario, así como el permiso de trabajo. Si sucede esto, al salir de la comisaría podría ser detenido por carecer de papeles. Entonces sería extraditado en el primer vuelo a Madrid, y desde allí a mi país de origen, Uruguay.
Y ahora, ¿cómo se encuentra?
Yo nunca he pedido nada para mí, siempre por el colectivo, pero en este momento necesito ayuda por la situación de vulnerabilidad en la que me encuentro y por la injusticia que se está cometiendo.
¿Defiende su inocencia? ¿Cree que actuó de forma correcta durante el altercado?
Soy totalmente inocente y los hechos lo corroboran. Esto es desproporcionado. No entiendo por qué se me quiere tratar como un apestoso, echando abajo todo el trabajo del colectivo saharaui, que me apoya férreamente. Me considero una víctima, esto es una represión política. El policía nacional no se identificó, lo hizo después de que llegara la Policía Local.
DENUNCIÓ AL POLICÍA QUE SACÓ SU ARMA
Un activista detenido se enfrenta a la expulsión de España
ARRECIFE. – SAÜL GARCÍA (ACN PRESS)
El uruguayo José Morales ha sido citado por la Brigada de Extranjería acusado de desorden público tras la concentración prosaharaui en Arrecife.
Un policía saca su arma ante prosaharauis en Arrecife
Opinión: Racismo institucional en Lanzarote / Juan García Luján
El activista pro saharaui uruguayo detenido el viernes tras una concentración en la localidad lanzaroteña de Arrecife se arriesga a ser expulsado. Tras haber pasado la noche en dependencias policiales acusado de desorden público y atentado contra la autoridad, José Morales Brum denunció el pasado sábado a un policía que sacó el arma para disuadir a los manifestantes. La Brigada de Extranjería en la isla le ha citado mañana para notificarle una infracción a la Ley sobre protección de la Seguridad Ciudadana que se puede considerar grave o muy grave, según advierte el acta.
El acusado, que lleva más de diez años viviendo en Lanzarote y tiene una hija de cinco años, ha calificado la citación como “una denuncia política que trata de ocultar un error muy grave (el hecho de que el policía sacara la pistola) para que muerto el perro se acabe la rabia” y asegura que los hechos de los que se le acusa no están probados.
Morales fue detenido mientras participaba el viernes por la tarde en una concentración a favor del pueblo saharaui convocada por Democracia Real Ya. Al día siguiente, y tras dormir en el calabozo, interpuso una denuncia contra el agente del Cuerpo Nacional de Policía que, vestido de paisano, fue increpado por algunos manifestantes cuando fue descubierto haciendo fotos. En lugar de identificarse como agente, sacó su arma reglamentaria, lo que provocó un altercado entre el agente y algunos manifestantes, que terminó cuando llegó la Policía Local.
El detenido declaró el domingo en el juzgado acusado de participar en el altercado y fue puesto en libertad con cargos.
Según dice el artículo 28.3 de la Ley Orgánica 1/1992, de 21 de febrero, sobre Protección de la Seguridad Ciudadana, por la que se le cita, “en casos de infracciones graves o muy graves, las sanciones que correspondan podrán sustituirse por la expulsión del territorio español, cuando los infractores sean extranjeros, de acuerdo con lo previsto en la Legislación sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en España.
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- Fotos: Sergio Betancort
- José Morales sale de la Comisaría de la Policía Nacional de Arrecife
La policía de la Brigada de Extranjería en Lanzarote ha incoado un expediente de expulsión a José Morales, de nacionalidad uruguaya, por los altercados que se produjeron el viernes por la tarde en una manifestación saharaui con un policía nacional. Morales denunció el pasado sábado en los Juzgados de Arrecife el comportamiento del agente, que sacó una pistola durante la concentración y, por la tarde, fue detenido y enviado al calabozo. Morales ha sido imputado por un delito contra un agente de la autoridad, así como otro de desorden público.
Este incidente se produjo durante una concentración saharaui. Al parecer, el policía comenzó a sacar fotografías de los manifestantes y a su vez José Morales empezó a tomar imágenes de él. En un momento determinado, el policía sacó una pistola para “garantizar su seguridad”, según la dirección insular de la Administración del Estado en Lanzarote.
El atestado policial sostiene que José Morales “se aproximó a los agentes de paisano que prestaban su servicio en un dispositivo de seguridad mientras realizaba una grabación de vídeo de los policías, procediendo una vez identificados los agentes con sus placas-emblema, a gritar “policía opresora, policía asesina” y a hacer gestos con las manos incitando al resto de concentrados para que se aproximaran, abalanzándose hacia los agentes y comenzando una agresión que provocó una reacción violenta de los asistentes a la concentración y que finalizó con una grave alteración del orden público”.
Este mismo martes, José Morales ha tenido que acudir a la Brigada Local de Extranjería, en la Comisaría de la Policía Nacional de Lanzarote, tras haber recibido una notificación de que iba a ser sancionado. Morales temía su posible expulsión y, efectivamente, esto es lo que ha sucedido. “Se le inicia un expediente de expulsión por cometer una falta administrativa grave”, ha señalado su abogado, Augusto Lorenzo, que ha indicado que este procedimiento deberá resolverlo la delegación del Gobierno central en Canarias.
El letrado de José Morales ha informado de que ahora cuentan con 48 horas para presentar alegaciones y, posteriormente, se resolverá el expediente. “Tardará bastante, pero no sabemos cuánto”, ha indicado Lorenzo, que ha señalado que si se decide expulsar a Morales de España y enviarlo a Uruguay, su país de origen, se podría plantear un recurso en el Juzgado de lo contencioso-administrativo. “Esperamos no llegar a eso y que todo esto quede en nada”, ha afirmado el abogado.
Tras declarar ante la policía de la Brigada de Extranjería, Morales se ha mostrado “tranquilo, con la serenidad que este caso debe conllevar”. “Este colectivo ha tenido siempre una actitud de civismo y seguiremos así”, ha indicado, al tiempo que ha querido recalcar que todos estos hechos “son desmedidos y desproporcionados”.
“Esto es un error político y esto es una represión política, porque quien va a resolver el expediente de expulsión será un político”, ha criticado. “Es una medida ejemplarizadora para cualquier otra persona que dentro de los movimientos sociales ose desafiar a esta forma que le llaman democracia”, ha afirmado Morales.
Además, ha hecho referencia a los incidentes del pasado viernes y ha señalado que todavía no se explica cómo un agente de la Policía Nacional “puede sacar y enseñar una pistola y apuntar a las personas”.
La voz de Lanzarote
La suerte de un uruguayo en España

El activista uruguayo José Morales, a la izquierda de la foto, junto a un miembro de la comunidad saharaui
Ver fotos del altercado
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el 25/jul/2011 |
El activista que denunció al policía que sacó su pistola podría enfrentarse a la expulsión inmediata del Estado español
Tomás J. López, Arrecife de Lanzarote
El activista uruguayo José Morales Brum, vinculado a la causa de defensa de los derechos del pueblo saharaui y conocido en Lanzarote por su actividad como sindicalista y colaborador en diferentes causas sociales, ha recibido en el día de hoy una denuncia que parte de la Comisaría de Arrecife, Brigada Local de Información, según la cual habría infringido la Ley Orgánica 1/92 sobre Protección de la Seguridad Ciudadana, con infracciones grave y muy grave, por el altercado en el que un Policía Nacional de incógnito sacó su arma de fuego el pasado viernes en los alrededores de la Calle Real de Arrecife.
Morales, que había denunciado los hechos en la mañana de este sábado fue horas más tarde detenido por la Policía Nacional y acusado de un delito de atentado contra la autoridad pública sobre el que se han abierto diligencias y se encuentra pendiente de juicio.
Sin embargo, en un documento que se le ha entregado hoy, firmado por dos agentes de policía, y que lleva en la parte inferior el membrete de la Dirección Insular de la Administración general del Estado español en la isla -antes Delegación del Gobierno-, se da cuenta de una infracción grave y muy grave. En otro documento entregado esta mañana se le cita para mañana martes 26 de julio a las 11:00 horas de la mañana en la brigada de Extranjería de la comisaría de la Policía Nacional de Arrecife.
En declaraciones a este medio Morales ha asegurado haber contactado con diferentes expertos legales que le informan de que la infracción de que se le acusa podría acarrear la retirada inmedita de su permiso de residencia y trabajo, lo cual podría suponer su retención y expulsión del Estado español.
En la denuncia recibida hoy por Morales se relata el hecho denunciado y considerado grave y muy grave, y este consiste en “gritar ‘policía opresora, policía asesina’ y hacer gestos con las manos incitando al resto de los concentrados para que se aproximaran“. También hace referencia a que el denunciado se abalanzó hacia los agentes así como a “golpes, empujones por parte de la multitud causando lesiones a los policías” y destrozo del mobiliario de las terrazas.
Morales Brum niega que hubiese producido lesiones a los agentes o destrozos en el mobiliario de los locales de la zona, hecho que, asegura, podrían atestiguar los numerosos viandantes, los concentrados prosaharauis y algunos miembros de la plataforma Democracia Real Ya que en ese momento se encontraban en la zona celebrando una asamblea y pudieron ser testigos de lo ocurrido.
Consultado por este medio el Director Insular de la Administración del Estado, Orlando Suárez, desconocía a primera hora de la tarde del sábado si existía parte de lesiones que corroborara la versión policial. Contactado de nuevo esta tarde confirma que existen dichos partes. Sin embargo, sobre la posible expulsión del activista asegura no saber nada ni tener constancia del acta-denuncia emitida contra José Morales.
Estrategia para “quitárselo de encima”
El activista uruguayo considera que esta denuncia y la citación de mañana que podría acarrearle su situación de alegalidad en el Estado español es una estrategia para “quitárselo de encima” ante un hecho “que no produje yo sino un policía que apuntó con su arma y al que yo denuncié”.
Morales asegura estar poniéndose en contacto con diferentes colectivos y medios para frenar lo que asegura es “un atropello por parte de los representantes del Estado en la isla” y que no solo afectaría a él “sino a cualquier compañero que, de resultar incómodo por su actividad social o política podría seguir el mismo camino de la expulsión de manera unilateral”, ya que, asegura “los hechos no están probados, es solo la versión de la policía”.
La sanción podría ser la expulsión del Estado
Mediante el acta recibida hoy, a José Morales se le informa de una infracción administrativa, que por lo tanto no ha sido dictada por los Tribunales de Justicia, sino por el aparato del Estado, a través de la Dirección General de la Policía. Concretamente se le hace responsable de haber infringido el apartado H del artículo 23, de la Ley sobre seguridad Ciudadana, que supone “la provocación de reacciones en el público que alteren o puedan alterar la seguridad ciudadana“, lo cual constituye una falta grave.
La falta se eleva a la categoría de muy grave por considerar la policía que es aplicable el artículo 24 de esta ley, donde figura que puede ser así “teniendo en cuenta la entidad del riesgo producido o del perjuicio causado, o cuando supongan atentado contra la salubridad pública, hubieran alterado el funcionamiento de los servicios públicos, los transportes colectivos o la regularidad de los abastecimientos, o se hubieran producido con violencia o amenazas colectivas”.
En el artículo 28 de esa misma ley, relativo a las sanciones, figura que “en casos de infracciones graves o muy graves -como es el caso-, las sanciones que correspondan podrán sustituirse por la expulsión del territorio español, cuando los infractores sean extranjeros, de acuerdo con lo previsto en la Legislación sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en España”. En este punto se basa Morales y otros juristas consultados por este medio para afirmar que se podría pretender la expulsión de este ciudadano uruguayo del Estado español.
Correspondería al mismo Ministerio del Interior cuyo membrete aparece en la denuncia, o en su caso al Consejo de Ministros del Gobierno de España, la competencia de sancionar con la expulsión a José Morales, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 29 de esta misma ley.

Momento en que los manifestantes acorralan al policía para recriminar que les sacara fotos.
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Martes, 26 de julio de 2011 |
Un policía saca su arma ante prosaharauis en Arrecife
El incidente se produjo a las 20:15 horas del viernes ante el Cabildo viejo, mientras fotografiaba en secreto a manifestantes.
El acusado, que lleva más de diez años viviendo en Lanzarote y tiene una hija de cinco años, ha calificado la citación como “una denuncia política que trata de ocultar un error muy grave (el hecho de que el policía sacara la pistola) para que muerto el perro se acabe la rabia” y asegura que los hechos de los que se le acusa no están probados.
Morales fue detenido mientras participaba el viernes por la tarde en una concentración a favor del pueblo saharaui. Al día siguiente, y tras dormir en el calabozo, interpuso una denuncia contra el agente del Cuerpo Nacional de Policía que, vestido de paisano, fue increpado por algunos manifestantes cuando fue descubierto haciendo fotos. En lugar de identificarse como agente, sacó su arma reglamentaria, lo que provocó un altercado entre el agente y algunos manifestantes, que terminó cuando llegó la Policía Local.
El detenido declaró el domingo en el juzgado acusado de participar en el altercado y fue puesto en libertad con cargos.
Según dice el artículo 28.3 de la Ley Orgánica 1/1992, de 21 de febrero, sobre Protección de la Seguridad Ciudadana, por la que se le cita, “en casos de infracciones graves o muy graves, las sanciones que correspondan podrán sustituirse por la expulsión del territorio español, cuando los infractores sean extranjeros, de acuerdo con lo previsto en la Legislación sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en España.

Racismo institucional en Lanzarote
Un manifestante le pregunta al singular fotógrafo: ¿para quién trabajas?¿Por qué haces fotos de los niños? El singular fotógrafo se pone nervioso y enseña una pistola. Esto provoca una indignación mayor. El fotógrafo y una compañera suya se meten en una cafetería . La policía local que vio el incidente entró al bar, y allí el fotógrafo le enseña su placa de policía. Los agentes municipales salen fuera y le explican a los manifestantes que el singular fotógrafo es policía nacional y que hacía fotos porque ese era su trabajo. El policía-fotógrafo y su compañera se van de la cafetería escoltados por la policía local.
El sábado por la mañana Jose Morales acude al juzgado de guardia de Arrecife y denuncia los hechos. Deja constancia de que un señor hizo fotos a unos manifestantes pacíficos. Los saharauis saben que Marruecos toma represalias contra los familiares de quienes se manifiestan en Canarias a favor de la autodeterminación de su pueblo, por eso Morales pretende que el juzgado llegue hasta el fondo en el incidente protagonizado por un policía que en ningún momento se identificó de forma reglamentaria ante los concentrados. El policía debería saber que los saharauis que estaban en la concentración muchas veces son fotografiados por agentes del servicio de inteligencia de Marruecos, y esas fotos se utilizan para tomar represalias contra sus familias si viven en el Aaiún.
Apenas 8 horas después de que Jose Morales presentara la denuncia en el juzgado, dos policías de paisano lo localizan en una manifestación del movimiento 15 M, le piden la identificación. Jose muestra su carné y los policías le dicen que está detenido por alteración al orden público y atentado a la autoridad. Morales pasó la noche en los calabozos de la policía y fue puesto en libertad el domingo a las 11 de la mañana después de declarar en el juzgado.
Estos son los hechos que me contaron varios manifestantes. El director Insular en Lanzarote, Orlando Suárez, declaró a la agencia de noticias ACN que el policía que hacía las fotografías de los saharauis “estaba haciendo su trabajo”. El representante del gobierno del Estado dijo que “los saharauis siempre han sido muy correctos en su comportamiento”. Si siempre han sido correctos y pacíficos ¿qué hace un policía haciendo fotografías de unos manifestantes?¿ A quiénes se las va a mandar? ¿Por qué si Jose Morales agredió al policía y lo insultó no fue detenido en ese momento? ¿Por qué lo detienen horas después de que Morales denunciara al policía?
Los artículos que pretenden aplicar a Jose Morales para expulsarlo de España considera que “las infracciones tipificadas en los apartados a, b, c, d, e, f, h, i, l, n, p y q del anterior artículo, podrán ser consideradas muy graves, teniendo en cuenta la entidad del riesgo producido o del perjuicio causado, o cuando supongan atentado contra la salubridad pública, hubieran alterado el funcionamiento de los servicios públicos, los transportes colectivos o la regularidad de los abastecimientos, o se hubieran producido con violencia o amenazas colectivas.”
Parece que Jose Morales no provocó nada de eso. Los testigos de la concentración dicen que el momento violento se vivió cuando el policía sin mostrar su placa arrebata la cámara a un manifestante y además enseña su pistola. Sin embargo, la policía se decide a realizar las acusaciones a Morales después de que éste denunciara los hechos en el juzgado. Si mañana deciden retirar los permisos de trabajo y residencia a Jose Morales y dar el primer paso para expulsarlo, estaremos ante un caso de abuso del Estado sobre un ciudadano que es más débil por su condición de extranjero. Que le pregunten al presidente gomero Casimiro Curbelo cómo hace los informes la policía cuando tiene un conflicto con un ciudadano.
Aquí no estamos ante un senador, sino ante un inmigrante integrado en la sociedad lanzaroteña, y conocido por su activismo social. Decía esta mañana en El Correíllo López Aguilar que hay que frenar el avance de la ultraderecha y de los xenófobos en Europa. Pues ya puede empezar mirando las declaraciones de Ignacio González, socio del gobierno del PSOE, que dice que los inmigrantes traen enfermedades y que hemos vivido una invasión de pateras. Y, ya puestos, también podría investigar López Aguilar a qué ideología responden los que amparan el racismo institucional que están cometiendo los que fotografían a niños saharauis o expulsan a un ciudadano uruguayo de Lanzarote.
José Morales es Coordinador de la Campaña Internacional de Apoyo a la Familia de Said Dambar y destacado luchador social, además de fundador del Espacio Sáhara Lanzarote.
Lectura del manifiesto.
¿Qué ocurrió exactamente en la manifestación pro saharaui?
El viernes por la tarde hubo un acto en la calle Real de Arrecife, para darles la bienvenida a los niños saharauis que vienen a pasar las vacaciones a Lanzarote. Obviamente el evento sirvió para reclamar la autodeterminación del pueblo saharaui y para conmemorar que se cumplía el séptimo mes del asesinato de Said Dambar, cuyo cuerpo aún, a día de hoy, permanece en la morgue de El Aaiún.
¿Y cómo se produjo el altercado con el miembro de la Policía Nacional?
Estábamos desarrollando el acto con normalidad y con total orden, como siempre hemos hecho. De repente observo una persona, que también había visto en otras manifestaciones y que nunca se había identificado como policía, sacando fotos a los niños y a los participantes en el acto. Yo saqué mi cámara para sacarle a él una foto. Cuando fui a sacar mi cámara, esta persona, sin saber en ningún momento que era policía, se metió dentro de una cafetería. Yo me desplacé hacia él y esperé a que saliera del bar. Cuando salió vino a su encuentro otra señora, que también era policía. Entonces decidí hacer fotografías hacia la manifestación.
¿Qué pasó entonces?
El policía, sin yo saber que era policía, vino hacia mí y sin enseñarme ningún tipo de identificación me pegó un manotazo en la cámara y me la arrebató. Empezó a decirme por qué le estaba fotografiando. Le dije que por qué nos estaba fotografiando a nosotros. Vino un amigo a ver qué pasaba y ya reaccionaron todas las personas que participaron en la manifestación, porque pensaban que se trataba de un asalto.

¿Fue en ese momento cuando el policía esgrimió el arma?
Sí. Reaccionaron los manifestantes, la gente que estaba sentada en la terraza de la cafetería, así como los miembros de Democracia Real Ya y del Espacio Sáhara. Yo seguí forcejeando con el policía para que me devolviera mi cámara hasta que logré retener la cámara. En ese momento ya un grupo importante de gente nos estaba rodeando y comenzó a increpar al policía por el comportamiento que había tenido hacia mí. En un momento determinado, este hombre extrajo una pistola de la cintura y empezó a apuntar y a señalar a las personas que había ahí diciendo que era policía y que teníamos que alejarnos.
¿Hubo algún forcejeo con el policía?
En el momento que él exhibe la pistola, varias personas que estaban allí intentaron reducirlo, lo tomaron por la muñeca para evitar que disparara el arma. Al poco llegó un policía local, logró controlar la situación y el agente, así como su compañera, le dijeron que bajara el arma. Entraron en el bar y segundos después vino un equipo de apoyo de la Policía Local e identificó a los nacionales. Los agentes salieron del lugar escoltados por la Policía Local. En ningún momento se mostró ningún tipo de placa, ni una acreditación que demostrara que ese hombre era policía.
Después, fue usted quien denunció estos hechos en los Juzgados de Arrecife
Sí. El sábado quedamos a las 9.00 horas para ir al Juzgado de Guardia. Hice la denuncia, en la que expliqué las cosas tal y como fueron. Luego me fui a casa y por la tarde del sábado participé en una concentración de Democracia Real Ya en El Reducto. Cuando terminó me vine hacia mi casa.
¿Fue en ese momento cuando le detuvieron?
Sí. Cuando estaba a punto de llegar, una persona se acercó a mí, se identificó como policía y me dijo que estaba detenido por la imputación de dos delitos, que son atentado contra la autoridad y desorden público. Me trasladaron a comisaría, me metieron en el calabozo. A las 21.00 horas llegó la abogada de oficio, le conté lo sucedido. Pasé toda la noche en los calabozos y sobre las 11.00 horas me derivaron a los Juzgados. Allí tuve que declarar y salí en libertad sin fianza, bajo la orden de ir a firmar los días 1 y 15 de cada mes.
Además, ha recibido una notificación de la Brigada de Extranjería.
Efectivamente. La he recibido este mismo lunes al mediodía. En esa notificación pone que debo comparecer en la Brigada Local de Extranjería este martes a las 11.00 horas por la sanción que me impondrán por los altercados del viernes. Entonces puede ocurrir que me retiren el permiso de residencia canario, así como el permiso de trabajo. Si sucede esto, al salir de la comisaría podría ser detenido por carecer de papeles. Entonces sería extraditado en el primer vuelo a Madrid, y desde allí a mi país de origen, Uruguay.
Y ahora, ¿cómo se encuentra?
Yo nunca he pedido nada para mí, siempre por el colectivo, pero en este momento necesito ayuda por la situación de vulnerabilidad en la que me encuentro y por la injusticia que se está cometiendo.
¿Defiende su inocencia? ¿Cree que actuó de forma correcta durante el altercado?
Soy totalmente inocente y los hechos lo corroboran. Esto es desproporcionado. No entiendo por qué se me quiere tratar como un apestoso, echando abajo todo el trabajo del colectivo saharaui, que me apoya férreamente. Me considero una víctima, esto es una represión política. El policía nacional no se identificó, lo hizo después de que llegara la Policía Local.
Un presunto policía esgrime su arma ante la presión de grupos pro saharauis que se manifestaban en en el centro de la ciudad
La Delegación del Gobierno dice que el agente que sacó la pistola en la calle lo hizo para garantizar su seguridad