Sarkozy es el presidente más impopular de Europa, según un sondeo

Publicado en por Ivonne Leites. - Atea y sublevada.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, es el líder más impopular de los cinco más importantes de Europa, según ha manifestado este viernes una encuesta del BVA Opinion. Estos datos ponen de manifiesto la magnitud del reto al que se enfrenta el presidente francés en las próximas presidenciales de su país.

Nicolas SarkozySegún el sondeo, el 58% de los encuestados tienen una mala opinión de Sarkozy, frente al 41 % de la canciller alemana, Angela Merkel, el 42 % del británico David Cameron, el 36 % para el italiano Mario Monti y el 34 % de Mariano Rajoy en España.

“Hay un montón de sensaciones fuertes alrededor de Sarkozy. Irrita tanto en Europa como lo hace en Francia”, ha manifestado Gael Sliman, director del sondeo de BVA Opinion. Para esta encuesta, BVA Opinion ha preguntado 4.217 personas de Francia, España, Italia, Alemania y Gran Bretaña, informa Reuters.

Y es que el presidente francés ya arrastra unos malos resultados en las encuestas de su país frente a su principal rival en las presidenciales, el socialista Francois Hollande. Sarkozy ya ha establecido un récord en su país al ser el presidente menos popular en el último medio siglo.

Malos resultados en Francia

Todas las encuestas muestran que el presidente perdería frente a Hollande en las elecciones, que se celebrará en dos rondas, el 22 de abril y 6 de mayo. Tras recuperar algo de apoyo en los primeros días después de que comenzara oficialmente su campaña a mediados de febrero, la mejora ya parece estar desvaneciéndose.

Según una encuesta de IFOP regular, cuenta con 26,5% de las intenciones de voto para la primera ronda frente al 29% de Hollande y perdería en claramente en la segunda vuelta final.

Desde que alcanzara el poder en 2007, la imagen de Sarkozy ha ido perdiendo fuerza debido, en parte, a su ostentoso estilo y también al alarde de su vida privada tras su matrimonio con la modelo, Carla Bruni.

Sarkozy ha manifestado esta semana que se arrepiente de haber celebrado su victoria en las elecciones 2007 en un ostentoso club nocturno de París, aunque otra encuesta publicada por TNS Sofres este viernes indica que el 55% de que cree que Sarkozy no está sinceramente arrepentido.

Sin embargo, la pareja presidencial han tratado de presentar una imagen más modesta en los medios de comunicación en las últimas semanas, reflejada en el estilo de vestir de Bruni e incluso diciendo en un programa de televisión que se sentía gorda y desaliñada ahora en comparación con sus días de modelo.

Reuters/ LibreRed.Net

Sarkozy se va para la casa si pierde
|Pravda Liberation Paris 1871|Redaccion Paris|

El actual mandatario de Francia, Nicolas Sarkozy, a quien los sondeos dan como perdedor de las próximas elecciones presidenciales, ha asegurado este jueves que abandonaría el mundo político de no lograr la reelección.
Durante un programa emitido por la radio RMC y la televisión i-télé, Sarkozy reiteró que “hará otra cosa” si no puede seguir al frente del gobierno francés después de los comicios que se desarrollarán en dos rondas los próximos 22 de abril y 6 de mayo.
Según los sondeos de intención de voto, Sarkozy perderá las elecciones con una diferencia de al menos 10 puntos ante su rival socialista, François Hollande, quien, de acuerdo con la encuesta de Harris Interactive hecha pública el miércoles, ganaría en la segunda vuelta con el 56% de los votos.
Pravda
Sarkozy radicaliza su perfil derechista

La campaña del presidente francés usa eslóganes de la Francia de Vichy

París 25 FEB 2012 - 20:15 CET El País-Madrid



Aunque los sondeos de cara a las presidenciales del 22 de abril y el 6 de mayo no se ponen del todo de acuerdo, algunas encuestas afirman ya que Nicolas Sarkozy ha recortado terreno al socialista François Hollande desde que presentó oficialmente su candidatura hace diez días. A dos meses de la primera vuelta, el candidato socialista sigue en cabeza, pero en la encuesta diaria que publica Paris Match Sarkozy le pisa ya los talones: 27,5% frente a 26,5%. La estrategia del presidente saliente, encarnarse en “el candidato del pueblo”, prometer una “Francia fuerte” basada en el trinomio trabajo, patria y familia, y someter a referéndum los recortes de los derechos de los inmigrantes y los parados, parece empezar a dar sus frutos. Sarkozy cree que Europa vive un clima nacionalista y ultraconservador similar al de los años treinta, y considera que Francia es hoy un país miedoso y volcado a la derecha. Y cabalga esos humores sin el menor rubor: en sus mítines ha hecho suyas frases y pasajes del libro de Marine Le Pen Pour que vive la France, y su principal asesor de campaña es Robert Buisson, un exconsejero del Frente Nacional.
  Cartel de la campaña de Sarkozy.
La deriva del líder de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) cuenta con el beneplácito de la Derecha Social, el ala más extremista del partido. Y consiste en anteponer a Francia y lo francofrancés sobre todo lo demás para captar votos entre las clases populares y los agricultores. Un sondeo conocido el viernes señala que el 40% de la población rural votará a Sarkozy en la primera vuelta. Y el 17% a Le Pen. Solo un 14% lo hará por Hollande. Para concentrarse en lo local, Sarkozy ha decidido aplazar sine die la prometida visita de Angela Merkel. Según el semanario Le Canard enchaîné, la razón es que el presidente piensa que ahora sería contraproducente. Ni siquiera el eslogan elegido, “La Francia Fuerte”, encaja con la presencia de la canciller, porque subrayaría la obviedad de que el fuerte es otro: Alemania. El lema ha sido acuñado por Jean Michel Goudard, un publicista jubilado que fue asesor de Giscard, y ha suscitado controversia porque retrotrae a un pasado poco glorioso: el Gobierno de Vichy utilizó uno muy parecido, “France plus forte”, para incitar a los jóvenes franceses a alistarse en el STO (Servicio de Trabajo Obligatorio), la leva que ayudó al III Reich. Aquella vergonzosa página costó la vida a cerca de 30.000 franceses en los campos alemanes. Otros han preferido la ironía y han parodiado La France Forte cambiándole una letra (La France Morte), y señalando que suena casi como “Fráncfort”. Como el nivel de la campaña es paupérrimo, cualquier detalle se analiza a fondo. Y así se ha sabido que la foto del cartel de Sarkozy, en la que el presidente adopta la pose del capitán que jamás abandona la nave, con el mar en calma y el sol cayendo a su espalda, fue tomada en el Egeo. No se sabe quién situó la metáfora del timonel en el mar de los griegos subyugados por la austeridad merkozyana. Pero sí se conocen otros detalles, a caballo entre la chapuza y el mal fario: cuando se hizo el cartel, ya había naufragado el Costa Concordia, y en el propio Egeo se hundió hace unos días el yate Yogi, del millonario Stephane Courbit, muy amigo de Sarkozy y uno de los invitados a la celebración de la victoria de 2007 en la brasserie Fouquet's de París, que causó el desencanto de muchos votantes horas después del triunfo y generó el apodo de “presidente bling bling”. El Yogi tenía 60 metros de eslora y era el más grande matriculado en Francia. También ha trascendido que Patrick Buisson, irredento intelectual ultraderechista, es el inventor de la idea fuerza “el candidato del pueblo”, hoy diana favorita de la oposición, que ha recordado que Sarkozy ama los relojes de 40.000 euros, se subió el sueldo un 175% y aprobó exenciones fiscales para las grandes fortunas que han costado al Estado miles de millones. Buisson es la eminencia gris del recurso al referéndum como un medio de puentear a “los intermediarios” (léase sindicatos, tribunales, Parlamento), y se sabe que es el asesor político más respetado por Sarkozy. En 2010 escribió con el ministro del Interior Claude Guéant el discurso que sirvió para convertir a los gitanos rumanos en el chivo expiatorio de la crisis y justificar las deportaciones de masa. Buysson es un personaje escurridizo que resulta familiar al releer La agonía de Francia, el clarividente ensayo firmado por el periodista republicano Manuel Chaves Nogales en 1940: católico ferviente, exalta las raíces cristianas del país (aunque también cultiva la masonería), y preconiza la unidad de todas las derechas, incluida la más radical, “para regenerar a Francia”. Según Le Nouvel Observateur, el cerebro de la campaña del presidente de la segunda potencia del euro es hijo de un militante de Acción Francesa admirador de Maurras, estudiaba Historia en Nanterre cuando estalló Mayo de 1968, militó en el sindicato derechista Fédération Nationale des Etudiants de France (FNEF), y en los años setenta fue colaborador de Item, revista fundada como “instrumento de reflexión para luchar contra el terrorismo intelectual de la izquierda”. En los ochenta, como director de una revista del mismo tenor, Minute, Buisson glosó con entusiasta lirismo el ascenso electoral de Jean-Marie Le Pen hasta convertirse en su íntimo. Luego, entre 2007 y 2009, trabajó para el presidente de la República como responsable externo de sondeos. Su generosa remuneración generó un escándalo que todavía no ha sido aclarado. Este viernes, un tribunal administrativo de París ha obligado al Elíseo a entregar toda la documentación sobre las encuestas encargadas aquellos años, incluyendo facturas y resultados. En 2009, el Tribunal de Cuentas había establecido que la contrata, valorada en 1,5 millones de euros y firmada por el Elíseo con la empresa de Buisson, Publifact Études, era ilegal porque no se adjudicó mediante concurso público aunque la cantidad pactada así lo exigía. Un juez abrió una investigación, pero en noviembre pasado la Corte de Apelación le conminó a cerrarla al considerar que estaba sujeta al estatuto de inmunidad penal del presidente. Seguir abrazados a la impunidad parece solo una buena razón más para que Sarkozy y Buisson sigan poniendo toda la carne en el asador del populismo hasta el 22 de abril.

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