Termina la huelga de hambre: victoria para los presos políticos saharauis

Tras el desalojo de Gdeim Izik 23 personas de origen saharaui fueron encarceladas en la cárcel de Sale en Rabat (Marruecos) para ser juzgados por un Tribunal Militar. El total desonocimiento y falta de difusión de su situacion en los medios de comunicacion masivos deja espacio a la duda, ¿cuál es la situación en la que se encuentran los presos?, ¿pueden recibir visitas en la cárcel?, ¿por qué ingresaron en prisión?, ¿qué espectativas tienen de obtener un juicio justo?... lamentablemente todos/as sabemos las respuestas a estas preguntas, pero pocos somos los que actuamos en consecuencia, para reclamar justicia, para reclamar libertad.

La imposición del poder legislativo, ejecutivo y judicial marroquí ante la población saharaui que ejerce su legitimo Derecho a la Libertad de Expresión esta claramente ”fuera de la ley marroquí”, ya que la ONU ni nigún pais del planeta roconoce oficialmente la ocupacion marroquí del territorio no autonomo del Sahara Occidental y por ello, esta claro que la intevención de las fuerzas de gobierno, las fuerzas de seguridad y las fuerzas armadas en la ex colonia española está totalmente fuera del marco de legalidad internacional.

Marruecos, con su actuación a lo largo de las últimas 3 decadas, expresa claramente que los intereses políticos del reino y lo que se reconoce en los medios de comunicación, como el proceso de supuestas reformas y democratización de Marruecos, están por encima de la legalidad internacional y la carta de Naciones Unidas, de los Derechos Humanos y de los Derechos de los Pueblos.

El proceso que se lleva desarrollando tanto tiempo que supuestamente busca una solución consensuada, creible y favorable para ambas partes, es evidente que no le interesa asegurar la protección y el respeto a los Derechos de la poblacion saharaui ni en el territorio no autonomo del Sahara Occidental, ni en Marruecos. Es a esto a lo que se enfrentan cada día cada saharaui que vive en su tierra, el Sahara Occidental, o en el sur de Marruecos, donde mucha de la población es de origen saharaui. Esta es la farsa a la que cada saharaui debe acostumbrarse, o no hacerlo.

Mientras tanto, 18* de los 23 presos encarcelados en Sale, han decidido no hacerlo y reclamar sus derechos tal y como 20 mil personas lo hicieron en Gdeim Izik, y tras 38 días de huelga de hambre, han conseguido sus peticiones, han conseguido asegurarse un juicio justo con presencia de observadores internacionales y una mejoría en las condiciones en las que se encuentran en dicha carcél. Las familias de estas 23 personas, las madres, los hermanos y las hermanas, los padres, los amigos y mujeres, los hijos e hijas, todos sus allegados han mantenido la firmeza y la esperanza de que las fuerzas de ocupacion cedieran ante el riesgo en el que estas personas se encontraban, no solo por realizar la huelga de hambre sino por el simple hecho de estar presos en Sale, ya que participaron en una protesta pacífica contra la ocupaciación ilegal del territorio del Sáhara Occidenal en el campamento de Gdeim Izik.

Hoy podemos decir que después de pagar con el bien más preciado que cualquier ser humano tiene, el riesgo de dar su vida, han conseguido lo que debería venir siendo un simple cumplimiento del Derecho Internacional y el respeto de los Derechos Humanos.

Enhorabuena por su lucha, enhorabuena por su victoria. Ahora solo nos queda esperar a que los compromisos por parte del Régimen marroquí se cumplan y los 23 presos políticos saharauis puedan pronto ser libres, volver a las calles, y seguir decidiendo si luchar contra esta farsa o no hacerlo, junto con el resto de su Pueblo. Ya sabemos cúal será su decisión, y seguiremos acompañándoles en ella.

“Se creyeron sin duda

que iban a vencernos

y ahora -de repente-

les está entrando el miedo”

Fragmento del poema “Llanto”, de Fernando Senante.

*El total de presos políticos saharauis encarcelados en Sale tras el desalojo de Gdeim Izik es de 23, pero la huelga de hambre solo ha podido ser realizada por 18 de ellos, debido a la gravedad en el estado de salud de los otros 5.