Dos largas horas permaneció retenido en un autobús el encargado de una empresa agrícola de la pedanía de Purias hasta que seis patrullas policiales lograron rescatarle. Los trabajadores que viajan en el vehículo decidieron retenerle como medida de presión para que les pagara los dos meses de salario que se les adeuda, unos 2.500 euros por cabeza.
Los hechos sucedieron, según testigos presenciales, sobre las 18 horas,cuando el autobús de la empresa cargado con 55 trabajadores, todos ellos de origen extranjero, los llevaba de regreso tras la jornada laboral. A mitad de camino, entre la Gasolinera de Europa y la de Las Palmeras, el vehículo se paró para dejar entrar al encargado.
«Hoy [por ayer] debía entregarnos un sobre a cada uno con el dinero que se nos adeuda. Ese fue el acuerdo al que llegamos el lunes con él», afirmó anoche a 'La Verdad' uno de los trabajadores. Y añadió que «cuando entró en el autobús dijo que no nos iban a pagar, que no había dinero. Todos nos enfadamos mucho y le exigimos que lo hiciera. Los ánimos se subieron mucho de tono cuando explicó que no pagaba porque no le daba la gana».
Algunos trabajadores se pusieron de pie y se dirigieron hacia el encargado, cerrándole el paso de la puerta del autobús. «Le retuvimos con la intención de que lo comunicase a la empresa y viniese alguien al ver la situación y nos pagaran», explicó otro de los trabajadores.
El autobús permaneció junto a la carretera en un pequeño espacio. Algunos trabajadores se bajaron de él, mientras otros intentaban obtener del encargado una respuesta favorable a sus peticiones de cobro. Unas dos horas después seis patrullas policiales, tres del Cuerpo Nacional de Policía, y otras tantas de la Policía Local, llegaron al lugar y tras mediar con los trabajadores lograron rescatar al encargado.
«Los agentes nos han dicho que no teníamos derecho a retener a nadie para exigir nuestro dinero y que lo teníamos que dejar en libertad. Les hemos explicado que lo único que queríamos era cobrar y que por eso lo habíamos hecho», aseguró otra de las trabajadoras.
La empresa agrícola, con sede en Purias, pagaba a los trabajadores los días 25 de cada mes. «En noviembre cobramos octubre, pero a día de hoy nos deben este mes y el pasado. Hace unos días nos dijeron que pagarían el lunes, pero no lo hicieron», añadieron. Lo que más les preocupa es que el trabajo de recolección de lechuga está a punto de terminar en la empresa.
Los trabajadores son de origen ecuatoriano, boliviano, paquistaní y magrebí. «Todos somos extranjeros, pero tenemos papeles. Estamos legalizados y tenemos contrato de trabajo. Queremos resolver este conflicto por las buenas. No tenemos intención de denunciar a la empresa, pero queremos que nos paguen», concluyeron.
