Un Hombre
No era mágico
no tenía superpoderes;
simplemente
amaba la tierra, los arroyos, las serranías
el asado, el mate, los cuentos camperos;
el secreto del monte hecho duende en el fuego,
los brujos ojos negros de una mujer indígena.
No tenía un rayo láser
ni una computadora
simplemente
escuchaba a la gente
hablando guaraní
o español con acento africano
o la enérgica lengua charrúa;
escuchaba a la gente
y -aprendiendo con todos-
era, entre ellos,
un compañero.
No volaba por las galaxias
no podía reducirse de tamaño
pero iluminaba todo
con las densas palabras de los sabios
porque sabios amigos
le enseñaron los secretos de la Naturaleza
y los pueblos sabios
el valor irrepetible de cada cultura.
No fue mágico
no tenía superpoderes
simplemente
escuchó voces antiguas
comprendió los vientos nuevos
convocó a los pueblos
por Patria
y fue la Patria un Continente
por tierra
y fue la tierra madre y rumbo
y escuelas
y fue la escuela Patria y tierra
y así soñó
un lugar para cada uno
un lugar para cada una
un lugar habitable y cómplice para cada diferencia
un inmenso espacio para crecer juntos
y eso sí fue mágico,
eso sí que es mágico;
todo se transforma
si lo reencontramos
no tenía superpoderes;
simplemente
amaba la tierra, los arroyos, las serranías
el asado, el mate, los cuentos camperos;
el secreto del monte hecho duende en el fuego,
los brujos ojos negros de una mujer indígena.
No tenía un rayo láser
ni una computadora
simplemente
escuchaba a la gente
hablando guaraní
o español con acento africano
o la enérgica lengua charrúa;
escuchaba a la gente
y -aprendiendo con todos-
era, entre ellos,
un compañero.
No volaba por las galaxias
no podía reducirse de tamaño
pero iluminaba todo
con las densas palabras de los sabios
porque sabios amigos
le enseñaron los secretos de la Naturaleza
y los pueblos sabios
el valor irrepetible de cada cultura.
No fue mágico
no tenía superpoderes
simplemente
escuchó voces antiguas
comprendió los vientos nuevos
convocó a los pueblos
por Patria
y fue la Patria un Continente
por tierra
y fue la tierra madre y rumbo
y escuelas
y fue la escuela Patria y tierra
y así soñó
un lugar para cada uno
un lugar para cada una
un lugar habitable y cómplice para cada diferencia
un inmenso espacio para crecer juntos
y eso sí fue mágico,
eso sí que es mágico;
todo se transforma
si lo reencontramos
Gonzalo Abella
Tomado de Voz Entrerriana