Uruguay: No nos sigan falsificando la historia.

Publicado en por Ivonne Leites. - Atea y sublevada.

 

 

LAS ARMAS ORIENTALES

 

Rose-BatallaDeLasPiedras.jpgSuele decirse que el Ejército nacional nació con la batalla de Las Piedras, en 1811 y así se conmemoró el pasado 18 de mayo.

Pero esto debe entenderse como una expresión de deseos más que como un aserto documentable, por más de una razón.

En primer término porque en esa batalla lo que se dirimía era la obediencia a las Cortes de Cádiz o bien a la Junta de Buenos Aires, y cualquiera de las dos versiones rendía obediencia al rey español Fernando VII. Nada que estuviera relacionado con un asunto “oriental”.

Apenas cinco años después, con la invasión Portuguesa, los principales lugartenientes de don José rinden las armas (como Manuel Oribe) o se integran al ejército de ocupación (como Fructuoso Rivera) y entonces no queda nada de lo que había.

Hay que recordar que Artigas disolvió su escasa tropa de gauchos indigentes, indios y negros antes de internase en el Paraguay, en 1820

Y recién en 1830 se funda el Estado, con lo cual debería comenzar el concepto de Ejército Nacional. Pero a seis años de fundado, se produce el primer motín y Rivera se alza en armas contra el presidente Oribe. ¿Cuál sería entonces el Ejército nacional? ¿El que defendía la Constitución o el que sostenía el capricho del motinero?

En 1836, en la batalla de Carpintería, se definen dos bandos que en un sangriento proceso dividen al país hasta la paz de 1851. Durante ese período ¿cuál era el Ejército nacional? ¿El que defendía Montevideo con el apoyo de Inglaterra y Francia? ¿El que sitiaba Montevideo con el apoyo de Rosas?

Y por citar un último ejemplo: en 1863 se amotina contra el gobierno legalmente electo el coronel uruguayo (y general argentino) Venancio Flores. Lo hace con el apoyo de la casa Baring Brothers en representación de la corona británica, con el apoyo logístico de Argentina y con tropas brasileñas, y pone sitio a Paysandú, defendida por una exigua dotación al mando de coronel Leandro Gómez.

¿Cuál era el Ejércto nacional? ¿el que fue derrotado, que defendía la Constitución, o el invasor, con ayuda extranjera, que impuso a Flores como presidente?

 

Pero sí hay un origen del Ejército nacional, es decir, profesional, sin distintivos y reconocido en la Constitución y en los Presupuestos, pero su punto de partida se sitúa a la vuelta de la Guerra del Paraguay, donde Uruguay concurrió en julio de 1865 y volvió en 1866.

A raíz de la Guerra del Paraguay surgió una nueva fuerza en la nación: el ejército profesional. Nuestro ejército siempre había sido el brazo armado del partido político. Sus oficiales casi nunca eran de carrera, sino estancieros que conducían a sus peones, puesteros y agregados a la guerra; o doctores que reunían un grupo de cien activos militantes en la capital (…) Los oficiales y soldados que retornaron del Paraguay eran un cuerpo homogéneo, profesionalizado, que había entrado en contacto con armas modernas y sabía del poder que da la posesión de ellas. Eran colorados, pero anduvieron alejados del país y sus luchas internas demasiado tiempo como para sentir por la divisa el mismo apego de antaño. Se sabían, por primera vez en la historia del país, distintos a los civiles. Tenían “espíritu de cuerpo”, ahora.

De esta manera nació un nuevo factor de poder. Por su naturaleza, apreciaba más las virtudes de la disciplina y el orden que las de la libertad irrestricta. Si las viejas banderías no satisfacían los reclamos de la economía y de los dueños de la riqueza, ahí estaba el grupo que podía hacerlo. La alianza entre clases altas, inversores extranjeros y ejército era una lejana posibilidad en 1868. Las guerras civiles acaecidas entre esa fecha y 1875 la convirtieron en un hecho.

 


(“Apogeo y crisis del Uruguay pastoril y caudillesco. 1839-1875” José Pedro Barrán, Historia Uruguaya, tomo 4, Ed. De la Banda Oriental, 1982, pág 99)

 

 

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<br /> <br /> Si como decía Barrán el origen del ejército uruguayo era aquel que vuelve en 1866, de la guerra del Paraguay.<br /> <br /> <br /> Si ese es el origen del ejército, ese ejército que junto con el argentino y el brasileño mató a más de un millón de paraguayos, en su mayoría hombres, y donde además el Paraguay perdió mas de<br /> 169.000 km.cuadrados a manos de Brasil y Argentina.<br /> <br /> <br /> Reitero si ese según Barrán es el nacimiento del ejército nacional, mas vale se lo hubiera "abortado", y de esa forma nos hubiéramos ahorrado un sinfín de dolores de cabeza nosotros y los<br /> paraguayos.<br /> <br /> <br /> Además Barrán señala que nuestro ejército siempre había sido el brazo armado del partido político, sus oficiales casi nunca eran de "carrera", sino estancieros que conducían a sus peones,<br /> puesteros y agregados a la guerra, (partido nacional); o doctores que reunían un grupo de cien activos militantes en la capital, (partido colorado).<br /> <br /> <br /> Ahora yo me pregunto esto último ha cambiado mucho, en mi modesta opinión cambiando unos puntos y eliminando algunas comas es todo exactamente lo mismo. O sea el ejército nacional está al<br /> servicio del partido político de turno y de la oligarquía de siempre....entonces yo, reitero yo.."ME CAGO EN ESTE EJERCITO"<br /> <br /> <br /> <br />