“Sólo una ínfima minoría de los medios de información es completamente independiente”: Pierre Carles

Publicado en por Ivonne Leites. - Atea y sublevada.

En la siguiente entrevista el director y documentalista francés denuncia los contubernios entre los intereses políticos y económicos que conducen a la mentira, la desinformación y la manipulación de la opinión pública.


Entrevista realizada por Valérie Suiro y Gautier Chomel
Traducción: Anónima Solidaria

miradas

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París, Francia. Después de haber cursado estudios de periodismo, haber trabajado algunas veces para emisiones de televisión y haber realizado su primera película “Ni visto ni atrapado” (Pas vu pas pris), Pierre Carles creó hace 13 años una sociedad de producción independiente (CP Producciones). Ésta le ha permitido financiar el estreno de su primera película en las salas de cine y de producir otras seis películas de manera independiente y, sobre todo, sin financiamiento de la televisión.


 

Una forma de trabajar única1 que es la primera condición necesaria para el director. Paralelamente a esta sociedad de producción, creó una de distribución (Distribución Parásita). Él no se plantea ningún límite en lo que respecta a imágenes de archivo y el respeto al derecho de imagen.


 

 

La realidad mediática


 

Todos los medios de información, ya sean audiovisuales, prensa escrita o sitios de internet, hacen el mismo trabajo. Todos cuentan la misma cosa, y sobre todo no aportan ningún punto de vista crítico. Todos han ocultado la noción de independencia y de verdad. Todos practican la desinformación y manipulan la opinión pública. La gran mayoría de los medios ya no asegura su papel de contra-poder. Una sola ínfima minoría manifiesta una completa independencia como la asociación Acrimed2 o El Mundo Diplomático3. Pero permanece muy marginal.


 

En la actualidad, el medio dominante y poderoso es esencialmente la televisión. Y es ante ella que concentro mis ataques y críticas. Lo que yo le reprocho principalmente a estos medios dominantes, y en particular a la televisión, es que han adoptado una visión del mundo que es aquella del poder económico y político, dos poderes a menudo relacionados. Nunca ponen en duda de manera fundamental la sociedad capitalista, y las relaciones de dominación en la sociedad. La mayoría de los periodistas dejan de lado o minimizan la información susceptible de comprometer a los dominantes, como el aumento de las desigualdades entre ricos y pobres. Estos periodistas llenan el espacio con temas banales y acostumbran a los lectores y televidentes a creerse siempre las mismas palabras y las mismas imágenes. No hay nada que les permita imaginar que existen otras maneras de describir el mundo.


 

Durante el movimiento de oposición a las reformas de jubilación,4 el otoño pasado, el discurso dominante que transmitieron todos los medios era: “No podemos quedarnos con este sistema social, si no trabajamos más tiempo. Sean razonables, vamos a vivir más tiempo así que tenemos que jubilarnos más tarde”. Y ningún periodista se imaginó que el dinero para financiar este sistema social podía ser tomado de alguna otra parte en vez de alargar el tiempo de trabajo. Ningún responsable de la información se imaginó que el dinero se podía obtener extrayéndolo de los ingresos financieros. Era inimaginable. Mientras que la verdadera pregunta era: ¿Podemos continuar financiando el sistema de jubilación como lo hemos estado haciendo hasta ahora? Y si es así, ¿De dónde se podría obtener el dinero? Este es un debate que fue ocultado por los medios de comunicación.


 

Nada es dicho a profundidad sobre tal o cual tema. Esto es lo que está también pasando con respecto a la futura elección presidencial. Los medios se interesan únicamente en los candidatos potenciales o declarados, en sus características de comportamiento y en sus personalidades. Pero ninguno de ellos habla del fondo. Los programas políticos ya no importan.


 

La censura en la televisión


 

En mis películas me intereso en cosas precisas, en hechos particulares. No trabajo con temas generales. Para establecer mi crítica me apoyo en ejemplos concretos, con imágenes para probar mis propósitos. Por ejemplo en mi último documental “El fin de la concesión” (Fin de concession), ataco entre otros temas, la Cena del Siglo. Esta cita sucede una vez por mes en París, y reúne las élites políticas, económicas y mediáticas del país. No denuncio el hecho de que todas esas personas se reúnan, sino el hecho de que los responsables de la información no hagan su trabajo, que no cuenten lo que pasa en esos lugares de poder. Esos lugares donde podrían tener toda la legitimidad ya que ellos también forman parte de esa élite. Las “estrellas” de este entorno mediático están totalmente desconectadas de la realidad, del mundo en el que vive la mayoría de la gente. Su nivel de vida es tan alto, que viven en una esfera privilegiada, protegida y cerrada. Estos periodistas entonces no están capacitados para contarnos lo que pasa en el mundo social, en cambio están totalmente capacitados para contar lo que pasa con los poderosos, aquellos que detentan el poder, ya que estos periodistas son sus vecinos, sus servidores y sus cómplices.


 

Hasta ahora nadie ha realizado una investigación destinada al grupo Bouygues-TF15 y a su relación con Nicolas Sarkozy6. Nadie se infiltra entre los dominantes para denunciar las injusticias financieras. Si nadie puede producir este tipo de reportaje o documental, es porque nos acercamos a intereses político-económicos inmediatos.


 

A principios de los años 90, participé en la sección titulada “información intoxicada” (Infos intox) en una emisión televisiva de Thierry Ardisson en el canal Francia 27. Así que me dije que era el lugar apropiado para introducir uno de mis reportajes. Tiempo atrás había llevado a cabo una investigación que demostraba el engaño de una entrevista a Fidel Castro hecha por Patrick Poivre d’Arvor8, difundida en el noticiero televisivo del canal TF1. Con las pruebas en imagen para apoyarme, demostré que esta entrevista era totalmente falsa, montada en todos los aspectos y que Patrick Poivre d’Arvor nunca había entrevistado a Fidel Castro. Así que intenté difundir mi reportaje durante esta emisión programada en un canal público que pretende tener la libertad de hablar de todo, y especialmente de este engaño realizado por un periodista estrella de televisión. Sin embargo, este canal público, que supuestamente esta en competencia con el canal privado que emplea al periodista estrella, censuró mi reportaje. No había ninguna razón para que este tema no fuera difundido ya que era una investigación clásica, documentada con imágenes abrumadoras que lo comprueban. Pero la censura era previsible. Efectivamente, si el reportaje hubiera sido difundido, la televisión hubiera revelado su verdadera cara: un lugar de censura, de favoritismos, de intereses, un lugar donde uno se aguanta, donde reina un equilibrio de terror: “Si tu difundes las porquerías que yo hago en mi canal, no olvides que yo puedo hacerte lo mismo”. Estamos muy lejos del verdadero periodismo, es decir, en su sentido noble.


 

El origen de la crítica


 

La crítica que hago a los medios, yo no la fundé. Somos varios los que la venimos fomentando desde los años 90: gente como Serge Halimi9 o Pierre Bourdieu10. Este último había elaborado esta crítica antes que yo, y mucho antes de los años 90. Yo me uní a su punto de vista. Contribuí a mi manera sobre todo con la realización del documental “Juppé, forzosamente” (1995), en el cual demostré como Alain Juppé11 había sido elegido alcalde de Burdeos en 1995 gracias a la complicidad de los medios regionales, así como con mi primera película “Ni visto ni atrapado” (1998) dedicada a las estrechas relaciones entre las estrellas del periodismo y los hombres políticos, y la falsa indiscreción de algunos periodistas.


 

Por otra parte, el hecho de haber trabajado algún tiempo en la televisión en los años 90, me permitió observar lo que sucedía en secreto, al interior de esta máquina mediática. Era un observador privilegiado. Y fue al descubrir todas las manipulaciones mediáticas que intenté alimentar a mi manera esta crítica, a medida que puse en práctica un tipo de estrategia de infiltración. En esa época hice que me contrataran bastante fácil en las emisiones televisivas. Consideraban que tenia cierto talento, me asignaban para que hiciera secciones un poco humorísticos, y una vez en el interior del sistema, traté de ver hasta dónde podía llegar. A cada rato me topaba con los límites del sistema y me despedían.


 

Pero esta mirada crítica, ya la había comenzado a desarrollar desde mucho antes, cuando era estudiante en una escuela de periodismo. Durante esos años de estudio, me quedé sorprendido de ver cómo nos enseñaban a fingir. Debíamos de conectarnos y contar cosas simulando que nosotros sabíamos todo sobre todo y en todo momento, que podíamos tener un punto de vista omnisciente sobre la vida de la sociedad. Y es falso porque no podemos saberlo si no vivimos en ella y si no investigamos lo que realmente pasa en esta sociedad. La duda, la tentativa, la indecisión, todo esto es percibido de manera negativa.


 

Sobre la dominación y el verdadero trabajo periodístico


 

El trabajo de un periodista según yo debería consistir en contar permanentemente cómo algunas personas le hacen para dominar a otros en esta sociedad. El verdadero trabajo periodístico es el de investigar sobre el mundo social donde la gente es dominada por otros. Todo el tiempo deberíamos revelar estos mecanismos de dominación. El periodista también debe actuar en un papel de contra poder. Y hoy la mayoría de los periodistas comunican, pero no hacen periodismo. Es más rentable. Llevan un micrófono, y no tienen el tiempo de hacer las cosas diferentes pues la información es 90 por ciento institucional. Son las instituciones quienes deciden de qué van a hablar los medios: si tal medida fue decidida por el gobierno, los medios hablan de esto. Sin embargo no deberían de estar relacionados a ningún calendario institucional, no deberían de investigar sobre algo porque en un momento dado el gobierno toma una decisión o porque un fulano hace una conferencia de prensa. Esto no es periodismo. Si eliminamos todo lo que es institucional nos quedamos con muy poco material en los medios.


 

Sembrando la reflexión


 

Mis películas no fueron hechas para halagar al público. Trato de llevarlo hacia una reflexión, que se haga preguntas, pero sin tratar de incitarlos. No quiero decirle lo que debe de pensar. Mi trabajo tiene solamente el interés de ofrecer a los espectadores otro tipo de opinión de la que están acostumbrados. No se trata de “educarlo” sino de desconectarlos. Trato de que nazcan ideas que no se les hayan ocurrido antes. En calidad de productor, trato de alguna manera de no tener una conducta autoritaria que consista en tomar de la mano al espectador e imponerle mi punto de vista. Yo no hago películas de propaganda.


 

Siempre presento las pruebas audiovisuales de lo que cuento. Siempre demuestro mis objetivos para que el telespectador no vaya a creer sólo porque lo digo.


 

Sobre los medios independientes


 

No existen medios alternativos porque esos medios serían una alternativa a los medios actuales, y tendrían entonces un peso igualmente importante. Aunque existan algunos medios independientes, son minoritarios. En la actualidad, no estamos en condiciones de proponer una alternativa, pero esto no es imposible.


 

1 Precisión: en la ley francesa se estipula que un canal de televisión tiene la obligación de financiar la producción cinematográfica.

2 Asociación con el nombre de Acción crítica de los Medios creada en la marcha del movimiento social de noviembre y diciembre del año 1995, en la estela de un llamado de solidaridad con los huelguistas y en respuesta a la manera en que los grandes medios habían tomado parte en contra del movimiento y neutralizaron el sentimiento de los participantes. Los objetivos son: denunciar la desviación de los medios haciéndose el único vector de la globalización neo-liberal, defender la información como un bien público y reivindicar el derecho de conocer la verdad de los ciudadanos.

3 Periódico mensual de información y de opinión. Fue creado en 1954, la redacción es independiente, y muy cercana al movimiento antiglobalización, a pesar de estar afiliado al grupo Le Monde. El mundo diplomático también es miembro fundador del Observatoire francés de los medios.

4 Reforma que alargó la duración del tiempo de trabajo y prolongó la edad de jubilación.

5 Grupo industrial fundado por Francis Bouygues en 1946, implantado en más de 80 países. Le pertenecen entre otras, una parte mayoritaria del canal de televisión TF 1, desde que se privatizó en 1987.

6 Presidente de la República Francesa, elegido en mayo 2007.

7 Canal de servicio público creado en 1963

8 Patrick Poivre d’Arvor, periodista y presentador estrella del noticiero televisado en TF1 de 1987 al 2008.

9 Escritor y periodista. Miembro del equipo de redacción del Mundo diplomático desde 1992, tiene el puesto de director desde el mes de marzo 2008. Autor del libro “Los nuevos perros guardianes” (Les nouveaux chiens de garde), apareció en 1997, pone sobre la mesa las relaciones entre periodistas y los hombres políticos.

10 Sociólogo, falleció en 2002, se interesó particularmente a la cuestión de los medios. Su sociología sobre los medios se construyó principalmente alrededor de la cuestión de televisión. Desarrolla un análisis del papel del los medios en la esfera social y política.

11 Hombre político francés

 

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